Los peligros que se ciernen sobre la República Dominicana no desaparecen por el hecho de que no se haya introducido una reforma constitucional, a los fines de permitir que el actual mandatario pudiera repostularse.

Lamentablemente, los diferentes sectores de la vida nacional que se disputan el ejercicio del poder, prevalecen con la misma agenda y los mismos propósitos de los que gobiernan.

Los peligros que tiene la Nación dominicana de ocupación e invasión pacifica haitiana, una deuda externa insoportable, hacen que si  analizamos a profundidad, veremos que el estado dominicano camina hacia la quiebra.

El caos y el desorden prevalecen. La delincuencia mantiene secuestrada al pueblo dominicano, tanto la común como la de cuellos blancos, por falta de autoridad de quienes nos gobiernan desde hace 22 años.

El país necesita y requiere de un nuevo orden que frene el paganismo que quiere introducir una ideología de género, que destruye la base moral de nuestra sociedad.

Los dominicanos y dominicanos deben darse cuenta que la única organización que está planteando en estos momentos restablecer el orden y volver al pueblo dominicano su base moral y los cimientos de su seguridad es el PRSC.

Por lo tanto, proponemos que se inicie lo que pudiera ser un proceso de reformas profundas del Estado dominicano, que ponga al pueblo, sobre todo a la juventud, a la mujer y a los envejecientes, como el centro de la atención pública.