El candidato a la presidencia de la República por la alianza integrada por los partidos Reformista Social Cristiano, y Revolucionario Moderno, licenciado Luis Abinader, dijo ayer que el día de las elecciones a celebrarse el 15 de mayo próximo habrá un ajuste de cuentas entre la sociedad y el gobierno, subrayando que el país está cansado de la corrupción y las promesas incumplidas de Danilo Medina.

El candidato a la presidencia de la República por la alianza integrada por los partidos Reformista Social Cristiano, y Revolucionario Moderno, licenciado Luis Abinader, dijo ayer que el día de las elecciones a celebrarse el 15 de mayo próximo habrá un ajuste de cuentas entre la sociedad y el gobierno, subrayando que el país está cansado de la corrupción y las promesas incumplidas de Danilo Medina.

Luis Abinader dice estar feliz por la reacción que ve en las calles de la gente, y dice querer ser Presidente para lograr un cambio en la administración pública.

Apunta que es notorio el apoyo que esta recibiendo en sus recorridos y en  sus contactos con la gente por todo el país, que asegura le indican con claridad que la gente busca un cambio real en la política.

Abinader fundamenta sus ideas en las encuestas que maneja, las que le muestran a un Medina por debajo del 50% de los votos requeridos para triunfar en una primera vuelta electoral, y que ponen a su candidatura en crecimiento constante.

Dice que la entrada de Carolina Mejía como compañera de fórmula ha ayudado mucho a ese crecimiento, por ser una figura fresca y porque sabe y conoce mucho de la actividad política en República Dominicana.

Luis Abinader estima que ganará las elecciones en la primera vuelta, y basa su apreciación en el notable desgaste que tiene el  gobierno debido a las promesas incumplidas de Danilo Medina.

Rechazó la propaganda oficialista que sitúa el posicionamiento del candidato a las reelección en un nivel de aprobación que rebasa el 50%, y dijo que desde hace dos meses que Danilo Medina está por debajo de ese porcentaje y con perspectivas de continuar bajando, lo que constituye un claro signo de que el país tendrá un cambio de gobierno para enfrentar los males que afligen a la República.