El acuerdo celebrado entre Colegio Médico Dominicano (CMD) y el Gobierno, revela que las demandas elevadas por los galenos, no sólo eran justas, sino también que estaban sustentadas en bases legítimas, por cuanto todo lo pactado había sido el producto de negociaciones anteriores que las autoridades ignoraron.

En efecto, tanto el Ministerio de Salud Pública, como el Servicio Nacional de Salud (SNS), acogieron las demandas de los médicos y lograron suscribir un acuerdo definitivo mediante el cual se aplicará el aumento salarial pendiente del 25% a unos 400 médicos que no habían recibido esos emolumentos fruto de negociaciones anteriores.

El acuerdo celebrado entre Colegio Médico Dominicano (CMD) y el Gobierno, revela que las demandas elevadas por los galenos, no sólo eran justas, sino también que estaban sustentadas en bases legítimas, por cuanto todo lo pactado había sido el producto de negociaciones anteriores que las autoridades ignoraron.

En efecto, tanto el Ministerio de Salud Pública, como el Servicio Nacional de Salud (SNS), acogieron las demandas de los médicos y lograron suscribir un acuerdo definitivo mediante el cual se aplicará el aumento salarial pendiente del 25% a unos 400 médicos que no habían recibido esos emolumentos fruto de negociaciones anteriores.

En la solución se pactó aplicar el 25% de aumento salarial a todos los médicos a los que no se les había asignado. También convinieron modificar el acuerdo firmado en noviembre de 2016 con el Gobierno, para eliminar el artículo 5 que establecía la nivelación de los salarios.

Se precisa admitir que los paros y suspensiones de labores que se llevaron a cabo en los hospitales públicos, en todo el territorio nacional, durante la gestión del doctor Ariel Suero, en la presidencia del gremio médico, se debió a la actitud hostil de las autoridades de salud al negarse a reconocer los argumentos presentados por los médicos con relación a la cantidad de profesionales que no habían recibido los aumentos aprobados desde 2016.

El gobierno, lejos de sentarse a la mesa del diálogo, como lo hizo en la presente gestión de la AMD, inició una campaña sórdida pretendiendo descalificar y restar autoridad al doctor Suero, campaña que fue amplificada por una propaganda ensordecedora por medio de los medios de comunicación y de periodistas opinantes afectos al gobierno.

Sin embargo, esa campaña no produjo otro efecto a no ser la de revelar el estado de deterioro en que se encuentra el sistema de salud en la República Dominicana, así como el drama que sufren los ciudadanos pobres que demandan asistencia médica para aliviar sus males.

Durante varios meses se vivió un estado de incertidumbre en los servicios públicos de salud a consecuencia de los reiterados paros de labores del personal médico, y la actitud intransigente del sector oficial, el cual negaba reiteradamente que existieran asuntos pendientes en materia salarial, derivados de los acuerdos suscritos en el 2016, lo que quedó claramente establecido y reconocido en las negociaciones celebradas con las nuevas autoridades del CMD, encabezada por su nuevo presidente, el doctor Wilson Roa.

La autoridad se negó a negociar con el antiguo presidente del gremio, Waldo Ariel Suero, al cual proyectaban como una persona irreflexiva e intransigente, lo que posteriormente se demostró que este galeno tenía la razón en sus demandas, y que eran las autoridades las que estaban cargadas de prejuicios, llegando hasta decir que se sentarían a la mesa después de las elecciones internas del CMD con la nueva directiva que resulte del evento.

El Ministerio de Salud Pública y el Servicio Nacional de salud (SNS) deben reconocer que se equivocaron en cuanto a los reclamos del Colegio Médico Dominicano (CMD), de que algunos doctores no les habían aplicado el aumento salarial del 15 por ciento faltante.

Es de esperarse que con la mejoría salarial recibida por los médicos, estos orienten sus luchas por la mejoría de las condiciones de los hospitales, los cuales presentan un deterioro dramático y en los que hace falta medicina e insumos para atender a los pacientes.

 

Tanto los médicos, como los representantes del sector salud, aplaudieron el ambiente de distensión en que se produjo las negociaciones, y anunciaron que dejarán instalada una mesa de diálogo permanente para examinar el sector de la salud en reuniones que habrán de celebrarse todos los meses.