Por Guillermo Caram

Con los aumentos efectuados hoy, la gasolina regular que mayor utilizan nuestras clases sociales más necesitadas incrementó sus precios en 9.8% en lo transcurrido en el presente año, al pasar de RD$190.20 el galón en diciembre 2016 a RD$208.70. El gasoil regular que más consumen nuestros transportistas, agricultores e industriales, se incrementó 8.9% al pasar de RD$152 el galón a RD$165.50. Y el GLP que consumen nuestras familias para cocinar, para no deforestar, incrementó un 17% al pasar de RD$100.10 pesos el cilindro de 100 libras a RD$ 117.30.

Por Guillermo Caram

Con los aumentos efectuados hoy, la gasolina regular que mayor utilizan nuestras clases sociales más necesitadas incrementó sus precios en 9.8% en lo transcurrido en el presente año, al pasar de RD$190.20 el galón en diciembre 2016 a RD$208.70. El gasoil regular que más consumen nuestros transportistas, agricultores e industriales, se incrementó 8.9% al pasar de RD$152 el galón a RD$165.50. Y el GLP que consumen nuestras familias para cocinar, para no deforestar, incrementó un 17% al pasar de RD$100.10 pesos el cilindro de 100 libras a RD$ 117.30.

En cambio el precio del crudo referente tomado en el país, apenas se incrementó un 7.1% al pasar de 51.68 a 55.36 dólares el barril en los mercados internacionales. Ponderándolo con la tasa de cambio, el otro elemento básico para fijar precios de combustibles, el valor en pesos dominicanos del barril de petróleo se incrementó en 7.3% al incrementarse la tasa de cambio 2.4% durante el mismo período.

Quiere esto decir que los combustibles finales que utilizamos los consumidores y agentes económicos, crecieron más rápidamente que el precio del petróleo: la gasolina un 34% más rápido que el petróleo, el gasoil un 22% más y el GLP se ha más que duplicado (130%).

Esta desproporción entre el precio de combustibles de consumo final y el crudo se debe a que el sistema de fijación de precios de los combustibles estructurados en base a tres componentes – precios de los combustibles en el exterior, impuestos y márgenes de comercialización – adolece de las siguientes fallas:

1) Al fijar el Estado semanalmente los precios, no se estimula la competencia entre los ofertantes de combustibles con el consecuencia beneficio para consumidores

2) A que el punto de partida para fijar los precios de los combustibles lo constituye una información exógena, la paridad de importación, los precios de los combustibles en los mercados internacionales que dependen de factores adicionales al precio del petróleo; algunos de ellos especulativos y coyunturales

3) A que el gobierno magnifica, a su conveniencia, para satisfacer sus necesidades de recursos, las eventuales fluctuaciones de precios crecientes al actualizar periódicamente la indexación en el componente tributario que hoy está constituyendo un 38% para la gasolina regular, 26% del gasoil y 11% en el caso del GLP.

4) A la fijación de los márgenes de comercialización y transporte que absorben, en promedio, 20% del precio final de los combustibles, en las resoluciones del gobierno sobre precios de combustibles; márgenes fijos que no estimulan la competencia de precios en beneficio de consumidores y brindan cómodas ganancias a las empresas que participan en el negocio.

La situación precedentemente dibujada, perjudica a las familias dominicanas que se ven afectada por incremento continuo de precios, a las personas que tienen que salir a buscar trabajo que tienen que pagar una suma que no tienen por concepto de transporte y a la competitividad de nuestra economía que tiene que competir con otras economías menos gravadas tributariamente y regidas por mayor competencia de precios.

En consecuencia creemos impostergable que se modifique el sistema de fijación de precios de los combustibles bajo las siguientes premisas:

1. Liberalización del mercado solo limitada a las capacidades técnicas de operación y seguridad, así como empresariales y financieras

2. Abandonar la práctica de fijar precios de combustibles, especialmente en función de variables incontrolables que no están bajo nuestro control, como la paridad de importación

3. Establecimiento de impuestos fijos indexados anualmente al momento de formular el presupuesto a fin de blindar los precios y no magnificar las fluctuaciones de precios internacionales

4. Dejar a la iniciativa privada los márgenes de comercialización y transporte para estimular la competencia de precios beneficiosa para los consumidores.

5. Estimular el establecimiento de empresas de transporte masivo de pasajeros a fin a abaratar los costos de desplazamiento

Esta propuesta está inscrita en nuestra concepción reformista social cristiana procurante de una economía social de mercado alcanzable mediante el estímulo a la competencia interna, imprescindible a su vez para alcanzar mayor competitividad de nuestra economía.

 

Lo contrario, como lo que estamos viviendo en esta materia, sería una estatización económica propia de regímenes dictatoriales que los reformistas socialcristianos repugnamos.