TAMBIÉN ENVIÓ UNA MISIVA A MONSEÑOR AGRIPINO NÚÑEZ COLLADO PIDIÉNDOLE ENCAMINAR ACCIONES QUE PERMITAN RETOMAR DIÁLOGO

Santo Domingo

Una carta dirigida al presidente de la República, Danilo Medina y otra a monseñor Agripino Núñez Collado, coordinador del Diálogo Nacional sobre Ley de Partidos Políticos y Reformas Electorales, fue enviada por Federico Antún Batlle (Quique), presidente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), en las que plantea la necesidad de retomar el diálogo para la escogencia de una Junta Central Electoral (JCE) “imparcial y apolítica”.

La misiva enviada al mandatario expresa; “Vemos con preocupación que el diálogo iniciado por los partidos y grupos de la sociedad civil, bajo la coordinación de Monseñor Agripino Núñez Collado se encuentra totalmente empantanado”.

TAMBIÉN ENVIÓ UNA MISIVA A MONSEÑOR AGRIPINO NÚÑEZ COLLADO PIDIÉNDOLE ENCAMINAR ACCIONES QUE PERMITAN RETOMAR DIÁLOGO

Santo Domingo

Una carta dirigida al presidente de la República, Danilo Medina y otra a monseñor Agripino Núñez Collado, coordinador del Diálogo Nacional sobre Ley de Partidos Políticos y Reformas Electorales, fue enviada por Federico Antún Batlle (Quique), presidente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), en las que plantea la necesidad de retomar el diálogo para la escogencia de una Junta Central Electoral (JCE) “imparcial y apolítica”.

La misiva enviada al mandatario expresa; “Vemos con preocupación que el diálogo iniciado por los partidos y grupos de la sociedad civil, bajo la coordinación de Monseñor Agripino Núñez Collado se encuentra totalmente empantanado”.

El dirigente político entiende que se hace “imprescindible” retomar el diálogo estancado, “y en una actitud consecuente de flexibilización de todas las partes, buscar un consenso que nos permita, por lo menos en esta primera etapa, lograr la escogencia de una JCE imparcial”.

Quique Antún, sostiene que si los partidos políticos y la sociedad pierden la fe en los que deben arbitrar los procesos electorales, “quedará entonces solo espacio para la confrontación, la barbarie y la degradación”.

Señala, también, que en la mesa del diálogo debe escogerse en iguales términos a los miembros del Tribunal Superior Electoral (TSE).

“Necesitamos un TSE que sea garante y no parte; que administre justicia, no injusticias; que ejerza un poder judicial, moralmente sustentado y que esté por encima de las confrontaciones políticas.

Asimismo, dice que el diálogo debe servir para aprobar un conjunto posible de reformas a las leyes electorales vigentes, unificadas todas en un Código o Compendio Electoral, “y agregando la Ley de Partidos y una Ley de Garantías Electorales”.

“Es importante que estas reformas  faciliten  próximas elecciones en  paz, equidad y contribuyan a superar las debilidades sistémicas que pudieran hacer colapsar el edificio de nuestra democracia”, dice.

Resalta que el país requiere paz, mucha paz y sobre todo disciplina y autoridad para seguir avanzando en su proceso de desarrollo, “ya que  a nadie conviene la inestabilidad política”.

“Cada día se afirma más en la voluntad popular, que no hace sentido participar en próximos procesos electorales donde no existan garantías de jueces imparciales, reglas claras de juego, y oportunidades iguales para todos”, indica el presidente del PRSC en su misiva al presidente Medina.

En tanto que en la carta enviada a monseñor Núñez Collado, le solicita encaminar las acciones que permitan retomar el diálogo  para construir consensos en  la composición de la JCE, TSE, las reformas electorales pendientes y la Ley de Partidos Políticos

“Entiendo que el clima organizacional y las tensiones han ido mejorando sustancialmente y que existen condiciones para reiniciar el diálogo.  A nadie conviene un estancamiento de las conversaciones que se sostenían en el marco del Diálogo que usted dirige”, agrega Quique Antún a monseñor Núñez Collado.

Resalta, asimismo, que el país necesita árbitros electorales imparciales, reglas de juego claras a través de una nueva normativa y un Tribunal Superior Electoral garante de la justicia y la imparcialidad.

“Confío en que Dios nos ilumine a todos y que el país pueda dar una demostración ejemplar de madurez, lo que indudablemente contribuirá al fortalecimiento de nuestra democracia”, señaló.