«Las muertes por accidentes de tránsito constituyen una de las mayores amenazas para la paz de la ciudadanía, por eso la acción del Estado debe ser unificada y efectiva».

«Las muertes por accidentes de tránsito constituyen una de las mayores amenazas para la paz de la ciudadanía, por eso la acción del Estado debe ser unificada y efectiva».

De esta forma reaccionó el diputado del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Víctor Ito Bisonó, ante las estadísticas que fueron publicadas por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).

El legislador reformista advirtió que el 35% de las muertes violentas en el país son por accidentes de tránsito, «solo superado por homicidios, que llega al 43%», sostuvo. Agregó que los números reflejan «el grave peligro al que está expuesta la ciudadanía».

«Recientemente el Libro Guiness de records mundiales presentó una edición latinoamericana en la que el pais, que aspira llegar a los 10 millones de turistas, salía como el de mayor número de accidentes mortales de tránsito», dijo. Esto lo corrobora la Organización Mundial de Salud (OMS), entidad que reveló que en el país hay 41.7 muertes por cada 100,000 habitantes, la mayor tasa del mundo.

Bisonó llamó a establecer una política amplia de educación vial «acompañada de la consolidación de las dependencias encargadas de implementar la ley», actualmente dividida «de forma incomprensible» en la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET), en la Oficina Técnica de Transporte Terrestre (OTTT), la Dirección General de Tránsito Terrestre (DGTT), la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret), el cabildo de cada localidad, el Fondo de Desarrollo del Transporte Terrestre (Fondet) y el Departamento de Vehículos de Motor de Impuestos Internos. «Y de esta forma lograr un cumplimiento real y duradero de la ley», sostuvo.

«Todos conocimos personas que perdieron la vida a destiempo ante esta tragedia que es inaceptable. Los dominicanos de la diáspora no pasan por esta situación porque son los primeros en cumplir estas mismas leyes fuera. No podemos entonces nosotros aquí desconocerlas y poner en peligro nuestras vidas y las de los demás», concluyó.