Por: Lic. María Patnella

El único amor que realmente creo y palpita con delirio en mi corazón, es  el amor que siente una madre por sus hijos, por esos seres vivos y llenos de encantos, por esas criaturas hermosas que le dan sentido a la vida y la viste con sus más hermosos colores, por el bebe risueño cuya gracia nos conmueve y nos llena de una alegría perdurable desde sus más tenues movimientos en el claustro materno, hasta la culminación del ciclo de la vida que trasciende.

Por: Lic. María Patnella

El único amor que realmente creo y palpita con delirio en mi corazón, es  el amor que siente una madre por sus hijos, por esos seres vivos y llenos de encantos, por esas criaturas hermosas que le dan sentido a la vida y la viste con sus más hermosos colores, por el bebe risueño cuya gracia nos conmueve y nos llena de una alegría perdurable desde sus más tenues movimientos en el claustro materno, hasta la culminación del ciclo de la vida que trasciende.

Ser madre es el mejor regalo que Dios le puede proporcionar a una mujer, ese es un gozo que no tiene comparación con ninguna otra alegría que proporciona la vida, porque la condición de madre eleva a la mujer, la sitúa en un plano excelso de bondad y le confiere la aurora de la creación, que es el mejor regalo que Dios concedió a la mujer que la hace plena, única y definitivamente irrepetible en el seno de la familia y de la vida.

Al conmemorarse el día consagrado a las madres, doy gracias a Dios por haberme concedido ese hermoso privilegio de ser madre y elevo mis suplicas al creador para que llene con sus bendiciones a todas las madres del mundo, especialmente a la madres dominicanas que sufren y padecen múltiples formas de discriminación y exclusiones en la actual sociedad machista que nos ha tocado vivir, la cual ha estado dominada por mentalidades torvas, patibularias y aterradoras que mantiene excluida a la mujer y la agrede y maltrata hasta quitarle la vida otorgada por el Creador para la más auténtica y trascendente función que es la de insuflarle vida a la vida.

Ser una madre a tiempo completo es uno de los trabajos mejor pagados, ya que el salario es puro amor.