Por el Dr. Sócrates Andújar Carbonell Coordinador de Voceros y Miembro de la Comisión Política del PRSCCandidato a Diputado Nacional PRSC @2016-2020

Observando los acontecimientos que se vienen dando con la dinamización del Partido Reformista Social Cristiano en el espectro nacional, me atrevo a realizar la siguiente reflexión:

Por el Dr. Sócrates Andújar Carbonell Coordinador de Voceros y Miembro de la Comisión Política del PRSC Candidato a Diputado Nacional PRSC@ 2016-2020

Observando los acontecimientos que se vienen dando con la dinamización del Partido Reformista Social Cristiano en el espectro nacional, me atrevo a realizar la siguiente reflexión:

La gesta del 26 de enero del año 2014 formada con el propósito de buscar el consenso para dotar al partido de una nueva dirección, la podemos catalogar como uno de esos  misterios de la vida que no se corresponden con el azar. ¿Quien se imaginaría que la solución en la búsqueda del consenso estaba en la persona de Quique Antún? Sólo el destino podría tener la respuesta.  Esto era romper con los esquemas planteados, pues el Ing. Antún se ubicaba distante de ser el electo presidente para dirigir nuevamente el partido, por las circunstancias dadas.  Era ir a lo improbable. Buscar los que coinciden y saber que el hombre llamado era el Ing. Quique Antún no es cosa del azar.  

Por otro lado, las sabias palabras de estímulo que el líder del Nuevo Reformismo recibió de su madre Doña  Altagracia Mercedes Batlle Ginebra de Antún y de su esposa la Licda. Lily Hernández de Antún quizás fueron determinantes en su decisión de asumir esta nueva responsabilidad.  Ellas sabían que de antemano la gran tarea que tenía el Ing. Antún de cara a la historia, apoyada en la memoria de Don Federico Antún Abud, fundador del PRSC, se correspondía con la gran misión de ir al rescate del partido. ¿Será que el destino tenía reservado para el Ing. Antún la histórica misión de convertirse en el Centinela del Legado del Dr. Joaquín Balaguer?  Ironía del destino, pero el tiempo se encargará de darle la razón a quien la tenga, pero es el gran comienzo y es y será obra del Ing. Quique Antún. 

Me arriesgo en decir que el Ing. Antún se ubica en la historia  como el último de los Balagueristas por su cercanía al líder inmortal, por su rol político en el partido,  el llamado a rescatar y mantener viva la antorcha del Partido Reformista Social Cristiano.  Al igual que el Dr. Joaquín Balaguer, me declaro un fiel creyente en el destino.  Con las circunstancias por la cual atravesaba el PRSC desde su salida del poder en el año 1996, puesto que había cedido su espacio político en la sociedad dominicana,  ¿quién podría imaginarse que habrían de pasar casi 20 años para  que el PRSC se reencontrara a sí mismo y el curso de su destino histórico político tendría un nuevo Centinela que habría de convertirse en el guardián del legado del Dr. Joaquín Balaguer,  su Partido Reformista Social Cristiano?

Los últimos eventos que tienen como antesala el tema de las Alianzas, la búsqueda de la disciplina partidaria, la colocación del partido en dos dígitos en las encuestas, la escogencia de extraordinarios candidatos a cargos Congresual y Municipal, el entusiasmo que hoy  reina en el partido en toda la geografía nacional,  hacen un paralelo entre el maestro y el discípulo.  Sin pretender elevar al Ing. Antún a los niveles de experiencia y conocimiento del arte de la Política con el Dr. Joaquín Balaguer, queda confirmado que el Ing. Quique Antún se convierte con la ecuación, en  uno de sus discípulos más aventajado.  A ambos líderes cada uno en su tiempo histórico,  corresponde atribuirles el calificativo de que son hombres de reciedumbre, que supieron esperar. Me refiero al saber esperar y el arte de la prudencia, guardando la distancia entre las dos figuras.  Ha quedado demostrado  que el Líder del Nuevo Reformismo, el Ing. Antún ha dado muestra de ser un gran catador de la sabia de la experiencia política de su maestro el Dr. Balaguer, lo que le ha permitido adelantarse a cada uno de los conatos de crisis y con prudencia ir convirtiendo en lo que es hoy el partido del gallo colorao. Un partido en franco crecimiento.

La paciencia y el buen tacto se hallan más ligados en política que en ninguna otra actividad de la vida.  Saber esperar es uno de los secretos del éxito en la vida pública. “Quien se impacienta, acicateado por sus ambiciones legítimas o no, corre el riesgo de tropezar y se expone innecesariamente al fracaso”, Joaquín Balaguer.   Ha quedado confirmado que nada durante el proceso ha sido cosa del azar.  

En su segundo mandato como presidente de la organización política, 2014-2018, el Ing. Quique Antún presenta su plan de un Nuevo Reformismo para un nuevo comienzo.  Sabía que debía de prepararse para cumplir con su misión y nos presenta en sus tres (3) libros,  sus reflexiones, el Nuevo Reformismo.  Mantener vivo el Legado de Balaguer.  Sólo había un camino, darle independencia operativa al Partido, y  para superar la situación era imperante hacerle al partido y a sus miembros un ejercicio de reflexión crítica y autocritica. Ese  hombre que se convertiría en poco tiempo en el líder del Nuevo Reformismo, tiene claro que algo sobrenatural lo lleva a continuar planteando las soluciones que habrán de situar al  Partido ante la sociedad dominicana, como un instrumento legitimo de redención social.

Dentro del gran inventario de extraordinarios  dirigentes  que dispone el PRSC a todo lo largo de su historia,  me arriesgaría a decir que el actual líder del Nuevo Reformismo se ubica como el último de los  Reformistas Balagueristas  llamado a preservar no sólo el Balaguerismo si no el legado mismo que nos dejara el Dr. Balaguer, el Partido Reformista Social Cristiano.

La sorpresa de muchos en el patio ha sido que el PRSC esté aún de pie y creciendo, con grandes expectativas de recobrar su espacio político en la sociedad dominicana.  Reiteramos que el legado del Dr. Joaquín Balaguer fue inspirado y conformado para gobernar, no para ser instrumento facilitador por siempre de otras fuerzas políticas. Nos estamos acercando a la meta, aunque nos queda mucho trabajo por hacer.