Por: Lic. Gabriel Ant. Paulino.

Democracia y dictadura son dos extremos opuestos  de  formas de gobierno. La democracia es el gobierno del pueblo por el pueblo. Son los ciudadanos quienes deciden las leyes, quiénes son los representantes para gobernar, etc.

Democracia y dictadura son dos extremos opuestos  de  formas de gobierno.

La democracia es el gobierno del pueblo por el pueblo. Son los ciudadanos quienes deciden las leyes, quiénes son los representantes para gobernar, etc.

Estas decisiones en democracia pueden realizarse de forma directa mediante elecciones o de forma indirecta, cediendo el poder a representantes con el fin de agilizar la aprobación de leyes.

La democracia es el sistema de gobierno más extendido y, en ocasiones, esconde una dictadura no reconocida.

La dictadura es un sistema de gobierno en el que la soberanía se ejerce a través de una persona o partido político.

En su sentido más básico la dictadura es un gobierno que no tiene en cuenta las leyes constitucionales, no es controlado por nadie, ni por la sociedad ni por grupos políticos opositores y no se plantea la celebración de elecciones porque no es voluntad suya que cambie el poder político.

Ambos sistemas tienen puntos en común puesto que son formas de ejercer el poder, tanto uno como otro pueden o no ser aceptados por el pueblo, ya que las democracias representativas, si bien otorgan el poder al candidato que el pueblo votó, a veces sus malas medidas de gobierno hacen que pierdan credibilidad, y en las dictaduras, cuando los militares toman el poder tienen apoyo de un sector del pueblo, que a veces acompaña algunas de sus decisiones (por convicción o por miedo) pero son muy distintos a la hora de señalar cómo llegan al poder, como desarrollan esa actividad y en quien reside ese mando.

En la democracia existe división de poderes, como garantía de control, sobre el abuso al que puede llevar la ostentación del mando. En las dictaduras quien o quienes gobiernan poseen el poder o autoridad total para hacer y aplicar las leyes, que dictan para que el pueblo las cumpla; sin atenerse a ellas los dictadores, cuyo poder no conoce límites legales.

Otra característica esencial en las democracias es el respeto por los derechos de los ciudadanos, que solo pueden ser limitados si así lo exige el orden público y las buenas costumbres y a través de leyes generales que aseguren a todos imparcialidad en esos límites.

En las dictaduras, los derechos ciudadanos se dan o limitan según lo disponga la autoridad, resultando especialmente afectado el de la libertad de expresión y en mayor o menor medida todos los demás derechos ya que se suspenden las garantías constitucionales. Por eso, los derechos políticos y los civiles son los primeros que se pierden cuando se instaura una dictadura.

Sin embargo, estos sistemas que parecen tan opuestos a veces se asemejan, ya que un gobernante democrático puede ejercer el mando en forma autoritaria, excederse en el dictado de decretos leyes, perseguir a los opositores, gobernar para un sector de la ciudadanía o menoscabar arbitrariamente la libertad de expresión, especialmente la política. Sin embargo, a pesar de que esto suele ocurrir, la democracia cuenta con una característica fundamental que es la periodicidad o sea la temporalidad de la función, y en la nueva elección el pueblo puede elegir otro candidato o al representante de otro partido político. Cabe aclarar, que algunos Estados, cuyos gobiernos se dicen democráticos no deja margen de opción ni posibilidad de oposición.

No nos dejemos engañar, cuando el congreso se ve maniatado porque la casi totalidad de sus integrantes pertenecen al partido de gobierno, dispuestos a apoyar o rechazar propuestas de acuerdo a los dictámenes de quienes encabezan el gobierno, estamos ante una dictadura oculta en una aparente democracia.

Cuando el partido de gobierno invierte en la mayoría de los medios de comunicación escrita y extorsiona a los medios televisivos y radiales limitando lo que puede y no puede ser difundido, Cuando se amenaza a los fabricantes de vallas y otros medios publicitarios para que limiten o no acepten trabajos de la oposición, entonces, estamos ante una dictadura mediática.

Son estos las sutiles variables que un pueblo democrático debe de percibir y tener en cuenta para proteger el gobierno del pueblo y por el pueblo.

Atentamente.

Por: Lic. Gabriel Ant. Paulino.