Dos altos dirigentes del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), dijeron hoy que el precio de venta de los combustibles constituye uno de los principales problemas que afectan al país, y dijeron que las alzas que se han venido experimentando en la venta de los carburantes “constituye una causa de inflación que afecta sensiblemente la economía y el resto del tejido social.
Dos altos dirigentes del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), dijeron hoy que el precio de venta de los combustibles constituye uno de los principales problemas que afectan al país, y dijeron que las alzas que se han venido experimentando en la venta de los carburantes “constituye una causa de inflación que afecta sensiblemente la economía y el resto del tejido social.
El doctor Ricardo Espaillat, miembro del Directorio Presidencial del PRSC y pre-candidato a la presidencia de la República, junto al Secretario de Transporte de esa organización política, licenciado Mario Diaz, coincidieron hoy en señalar que uno de los problemas que más afecta a las clases sociales desposeídas de la República Dominicana, es el alto costo de los combustibles.
Señalaron que mediante los incesantes aumentos semanales aplicados de manera arbitraria e injustificada a los derivados del petróleo, el gobierno está extrayendo recursos a las empresas y a las familias, lo que constituye una fuente de inflación que afecta esencialmente a los hogares en virtud de que la canasta familiar está cada vez más reducida y deprimida.
Dijeron que las amas de casas utilizan en sus hogares el gas propano para cocinar sus alimentos, lo mismo sucede con los choferes que utilizan el mismo combustible en los vehículos del transporte de cargas de los rubros agrícolas y los del transporte de pasajeros, golpean el poder adquisitivo de la población y aumentan el costo de la canasta familiar dominicana.
Los altos dirigentes reformistas dijeron que la población dominicana está asediada por una política “torpe e insensible” en el manejo de los carburantes, toda vez que en virtud de lograr ingresos para financiar el boato y la ineficiencia gubernamental, las autoridades están llevando a la desesperación a una población que no visualiza salida al problema de la economía “por la actitud tozuda y obstinada” de un gobierno que pretende perpetuar un modelo fracasado y sin perspectiva de progreso.