NUEVA YORK aprobó este miércoles dos leyes que pretenden reducir considerablemente las deportaciones de inmigrantes que viven en la ciudad. Con 41 votos a favor y seis en contra, el Concejo Municipal aprobó ambas normas que asegurarán que ni la policía ni el departamento de prisiones se vean forzados a cumplir con solicitudes de detención migratoria emitidas por el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) a menos que un juez imponga una orden de arresto.
NUEVA YORK aprobó este miércoles dos leyes que pretenden reducir considerablemente las deportaciones de inmigrantes que viven en la ciudad. Con 41 votos a favor y seis en contra, el Concejo Municipal aprobó ambas normas que asegurarán que ni la policía ni el departamento de prisiones se vean forzados a cumplir con solicitudes de detención migratoria emitidas por el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) a menos que un juez imponga una orden de arresto.
Una solicitud de detención migratoria del gobierno pide a las autoridades locales que retengan a un inmigrante durante un tiempo adicional -hasta 48 horas- para evaluar si puede quedar bajo custodia federal y ser deportado.
Las nuevas leyes aprobadas el miércoles pretenden evitar la deportación de inmigrantes que a menudo cometen infracciones menores y no son acusados formalmente por una corte.
El portavoz del servicio de migración en Nueva York, Luis Martínez, dijo que el objetivo de emitir solicitudes de detención migratoria es asegurar que criminales peligrosos no salgan de la cárcel.
«ICE continuará cooperando con agencias de la ley en Nueva York mientras sigue enfocando sus prioridades en la identificación y expulsión de criminales condenados y otras amenazas a la seguridad pública», dijo el vocero en un mensaje de correo electrónico.
Las iniciativas aprobadas el miércoles también ponen fin a la presencia de migración en la prisión de Rikers Island, en la ciudad.
La presidenta del Concejo Municipal, la puertorriqueña Melissa Mark-Viverito, ha asegurado que diseñó las iniciativas para que inmigrantes que no representan una amenaza para la sociedad no sean separados de sus familias.
«Nueva York es una ciudad que respeta los derechos constitucionales y la dignidad de todos sus residentes», señaló. «Además, no tenemos razones para gastar los escasos recursos con los que contamos cooperando en la imposición de leyes migratorias que no funcionan».
Las normas del miércoles son la continuación de otras dos leyes locales aprobadas en 2011 y 2013 que establecían parámetros para que la policía y el departamento de prisiones decidieran en qué circunstancias querían cumplir con las solicitudes de detención de ICE.
En ese momento la ciudad empezó a limitar así su cooperación con la agencia migratoria, al igual que han hecho otras ciudades en Estados Unidos como Los Ángeles y Chicago.
Varias cortes en el país han decidido recientemente que autoridades locales no necesitan cumplir con las solicitudes de detención migratoria.
Bajo las leyes aprobadas el miércoles, si un juez presenta una orden de arresto contra un inmigrante la policía y los funcionarios de prisiones sólo cumplirían con ella si el inmigrante ha sido acusado de «un crimen serio o violento» en los últimos cinco años o si su nombre concuerda con alguno de las listas de terroristas internacionales.
Según datos del Departamento de Prisiones de la ciudad, entre octubre del 2012 y septiembre del 2013, un total de 3.047 individuos fueron transferidos a custodia de ICE tras la emisión de una orden de detención migratoria.
La reacción de activistas que luchan a favor de los derechos de los inmigrantes no se hizo esperar el miércoles.
«Esta es una importante victoria para otras ciudades y estados que se enfrentan también a programas de deportación que son brutales e inconstitucionales», dijo Alisa Wellek, co-directora del Proyecto de Defensa del Inmigrante, con sede en Nueva York.