Es sabido que en la naturaleza, las zarzas, además de enredadas y espinosas, son dadas a producir flores y frutos para embellecer y dar alimento.
En nuestro país, existe una variedad única con título de Doctorado y aspiraciones políticas egoístas que utiliza estas dádivas como engaño para atraer a los ingenuos con pequeñas muestras de dulzura y una vez en sus redes, cumplir su propósito de herirlos con sus espinas.
Es sabido que en la naturaleza, las zarzas, además de enredadas y espinosas, son dadas a producir flores y frutos para embellecer y dar alimento.
En nuestro país, existe una variedad única con título de Doctorado y aspiraciones políticas egoístas que utiliza estas dádivas como engaño para atraer a los ingenuos con pequeñas muestras de dulzura y una vez en sus redes, cumplir su propósito de herirlos con sus espinas.
Así, que el doctorcito Salazar, digno representante de esta especie. Nos ha regalado una interesante denuncia (por supuesto, no una posible solución, ya que esto no cabe en sus necesidades personales) sobre el caso de los médicos pensionados que reclaman un aumento de cinco mil pesos en sus míseras pensiones actuales que apenas devengan quince mil pesos en la actualidad.
La primera parte del artículo nos sorprendió grandemente porque nos pareció un gesto poco común y esperanzador de parte de Salazar. Pero la sorpresa no duró mucho al darnos cuenta que penosamente su instinto malévolo lo había llevado una vez más a utilizar un tema válido para el gremio médico, en este caso, como anzuelo para su egocéntrica labor de veneno contra uno de sus enemigos del momento.
Así que olvidó sus declaraciones recientes de que el simplemente se limitaba a comentar las noticias, y sin importarle que fuera obvio que el tema fue halado por los pelos, descargó toda su malicia y rencor hacia esta persona y la institución bancaria que dirige ligándola a la penuria del caso médico tratando de que los ingenuos entiendan que esto también es culpa de su envidiado enemigo de ocasión.
Qué pena Dr. Zarzal (Perdón, Salazar) que usted tire al piso una opinión válida en apoyo a un gremio tan necesitado como usted expone, restando valor a sus contribución al denotar que simplemente usó a sus compañeros de labores como excusa para continuar su labor de odio y venganza.
Una vez más, simplemente leemos entre líneas.
Por: Ing. Pedro Ramírez.