Por Sergio Acevedo.

Todavía palpita en mis oídos el grito delirante emitido por los reformistas concurrentes al acto de toma de posesión  de la nueva directiva que habrá de dirigir los destinos de la organización por los próximo 4 años, cuando su presidente y líder, Quique Antún, anunció que el PRSC trabajará en la construcción de un Polo Opositor “que dote al país de un nuevo gobierno comprometido con las mejores causas nacionales.

Por Sergio Acevedo.

Todavía palpita en mis oídos el grito delirante emitido por los reformistas concurrentes al acto de toma de posesión  de la nueva directiva que habrá de dirigir los destinos de la organización por los próximo 4 años, cuando su presidente y líder, Quique Antún, anunció que el PRSC trabajará en la construcción de un Polo Opositor “que dote al país de un nuevo gobierno comprometido con las mejores causas nacionales.

Los reformistas gritaron hasta más no poder manifestando su respaldo a la línea trazada por el líder, convencidos de que ese es el camino correcto que hay que transitar para el retorno a la dirección del Estado, lo que ha sido desde hace tiempo una demanda sentida del partido, y una aspiración de la ciudadanía que requiere de un PRSC fortalecido y viable, con capacidad para asumir la responsabilidad de representación de las demandas nacionales.

Todo el partido está convencido desde hace tiempo que es imposible alcanzar logros significativos en la actividad política, mientras persistían esos bolsones de indefinición en cuanto a la enunciación de nuestro rol en el contexto de la política nacional, porque es imposible mantener la discordancia de ser oposición y gobierno.

La oposición tiene que criticar las acciones del gobierno y del partido de gobierno, señalar las debilidades de su política en los diversos órdenes que tengan que ver con la solución de los problemas públicos. La crítica de la oposición es vital para que esta crezca y logre formar una corriente de opinión favorable a sus designios.

El presidente del PRSC sabe perfectamente la validez del planteamiento porque se trata de un material de abecedario, y lo deja claramente establecido cuando fundamenta su estrategia de crecimiento en la apertura hacia los sectores diversos de la sociedad, las organizaciones profesionales, la sociedad civil y demás.

El pensamiento de Quique se focaliza y adquiere un matiz de visionario al plantear, en el fondo de su discurso, lo siguiente: “abriremos nuestras puertas de par en par a grupos comunitarios, religiosos, sindicales, profesionales, trabajadores formales e informales, discapacitados y todas las fuerzas sociales que quieran trabajar con pasión ye ilusión por un nuevo rumbo del país”.

Asimismo, el dirigente, consciente de que la unidad hace la fuerza y que un proyecto de la magnitud y el alcance del propuesto en el evento, no es factible concretizar sino es sobre la base de la unidad de todos los reformistas sin excepción alguna, así como de la población que debe hacerlo suyo.

En coherencia con el postulado invitó a los disidentes a que “vengan a trabajar en impulsar la agenda del partido, y no agendas personales, particulares o contrarias a los lineamientos, decisiones y programas del PRSC”.

Esta invitación tiene un valor doctrinal porque la misma es obra del pensamiento y de los postulados de Joaquín Balaguer y de la doctrina cristiana, la que invita a la unidad dentro de la diversidad, pero respetando todos las normas establecida. Quique ilustra su reflexión con una cita contundente del líder histórico con la cual Balaguer se eleva ante los que lo adversan invitándolos a participar sin odios ni rencores en el fortalecimiento del único partido que tiene nuestra democracia, dueño de un legado de progreso que está a la vista de todos.

“Las puertas del partido permanecen abiertas para nuestros antiguos compañeros de lucha que se alejaron espontáneamente del campo del reformismo por motivos que respetamos y aún seguimos respetando. Lo único que pedimos es que los que vengan de nuevo traigan el pecho limpio y el corazón sin rencores”. (JB).

 

El PRSC está destinado en esta etapa estelar, a jugar un protagonismo único que será de muchos éxitos para cambiar todo lo que hay que cambiar en este país, donde las instituciones están secuestradas y donde la corrupción e impunidad han degradado todos los estamentos sociales.