La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) llamó hoy a colaborar con las comunidades afectadas por las lluvias que generaron los huracanes Irma y María, y recordó que tras el paso de esos fenómenos, “muchas familias en República Dominicana han perdido todos los bienes de sus hogares, incluyendo sus casas”.

La alta jerarquía de la Iglesia Católica manifestó que “los desbordamientos de los ríos y arroyos han dejado a numerosas personas sin camas, vestidos, salas, comedores y útiles de cocina y, por supuesto, sin comida”.

La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) llamó hoy a colaborar con las comunidades afectadas por las lluvias que generaron los huracanes Irma y María, y recordó que tras el paso de esos fenómenos, “muchas familias en República Dominicana han perdido todos los bienes de sus hogares, incluyendo sus casas”.

La alta jerarquía de la Iglesia Católica manifestó que “los desbordamientos de los ríos y arroyos han dejado a numerosas personas sin camas, vestidos, salas, comedores y útiles de cocina y, por supuesto, sin comida”.

“En tal sentido, cada obispo y director diocesano de la Pastoral Social Cáritas de la Iglesia Católica en República Dominicana están muy de cerca acompañando, apoyando y socorriendo, según las posibilidades lo permiten, a los damnificados de las comunidades más afectadas”, expresó la CED en un comunicado.

Asimismo, invitó “a todos y todas a donar, colaborar con generosidad y amor, en favor de los damnificados”.

“La fe se vive en la caridad, la fe sin obras está muerta. La caridad es elemento esencial de nuestra vida eclesial. Aportemos con alegría y libertad”, expresó.

Explicó que para cualquier tipo de donación, las personas pueden dirigirse al director diocesano de Pastoral Social Cáritas en el Obispado de cada diócesis o a su párroco.

Los huracanes Irma y María azotaron en su trayecto por las Antillas, a varias islas enclavadas en la zona del Caribe del mar Atlántico, y sus vientos impactaron con furia, especialmente, la isla de Puerto Rico, en la cual hubo daños que hasta el momento no han sido posible cuantificar, pero que a simple vista se aprecia su magnitud.

En nuestro país, las abundantes lluvias generadas por los fenómenos atmosféricos, produjeron grandes inundaciones y daños considerables a miles de familias pobres que perdieron sus ajuares y que en la actualidad están viviendo en los refugios establecidos por los organismos de socorros que operan en el país.

Las inundaciones provocaron, además, grandes pérdidas a la agricultura debido a que as tierra anegadas por el exceso de lluvia, dañaron una cantidad aún indeterminada de rublos agrícolas, ocasionando pérdidas millonarias a los agricultores de la zona norte y noroeste del país.