Santo Domingo.- El doctor Ricardo Espaillat, vicepresidente nacional del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), afirmo hoy que la familia y la educación son las primeras barreras de defensa con que cuenta la patria.

Entrevistado después de participar en la Marcha Verde de este pasado domingo, el doctor Espaillat, quien es también miembro del máximo organismo de dirección del Partido Reformista, dijo que las familias dominicanas en cuyo núcleo se profese la fe en Dios, el patriotismo y la justicia, se garantizarán ciudadanos de honor y de resolución, “dispuestos a defender la libertad y la soberanía de su patria, y jamás traicionarla ni por temor, ni por ganancias, ni por honores o ambición de poder”.

Santo Domingo.- El doctor Ricardo Espaillat, vicepresidente nacional del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), afirmo hoy que la familia y la educación son las primeras barreras de defensa con que cuenta la patria.

Entrevistado después de participar en la Marcha Verde de este pasado domingo, el doctor Espaillat, quien es también miembro del máximo organismo de dirección del Partido Reformista, dijo que las familias dominicanas en cuyo núcleo se profese la fe en Dios, el patriotismo y la justicia, se garantizarán ciudadanos de honor y de resolución, “dispuestos a defender la libertad y la soberanía de su patria, y jamás traicionarla ni por temor, ni por ganancias, ni por honores o ambición de poder”.

El destacado galeno expresó asimismo, que la educación de la juventud juega un papel de suma importancia para la preservación de nuestra independencia y soberanía como República, “una vez esta sea imbuida desde temprano en las aulas de nuestras escuelas, por el amor a la patria, el respeto y el tributo sagrado a nuestros antepasados que dieron sus vidas para dejarnos un país libre y donde nos identifiquemos todos como  dominicanos; donde nuestra lengua española se conserve intacta, y donde nuestras costumbres sigan fortaleciendo el carácter nacional”.

 El doctor Ricardo Espaillat dijo también que ningún dominicano puede olvidar nuestra historia de lucha por ese legado tan grande que es la patria libre, y que, más bien, ese pasado debe servir de motivación e inspiración para este frágil presente y para el porvenir de todas nuestras futuras generaciones.