La escogencia de la licenciada Carolina Mejía, como candidata a la Vicepresidencia de la República por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), y los demás partidos que integran la Convergencia por un Mejor País, produce un salto cualitativo en las filas de la alianza que inmediatamente habrá de traducirse en una convalidación de la corriente de aprobación que desde hace meses viene recibiendo la candidatura de Luis Abinader de parte de los votantes que habrán de sufragar en las elecciones de mayo.

La escogencia de la licenciada Carolina Mejía, como candidata a la Vicepresidencia de la República por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), y los demás partidos que integran la Convergencia por un Mejor País, produce un salto cualitativo en las filas de la alianza que inmediatamente habrá de traducirse en una convalidación de la corriente de aprobación que desde hace meses viene recibiendo la candidatura de Luis Abinader de parte de los votantes que habrán de sufragar en las elecciones de mayo.

Carolina significa el  impulso decisivo de la candidatura de Abinader la cual, a partir del momento de su proclamación, se posiciona en el primer plano de la preferencia del electorado y de ahí no bajará jamás hasta culminar su cometido, que no es otro que el de ganar las elecciones para hacerle frente a los males tangibles que vive el país como consecuencia de la incapacidad del gobierno del PLD, el cual ha demostrado su invalidez para garantizarle, por lo menos, la garantía de un elemental disfrute a la seguridad a que nos hacemos acreedores todos los ciudadanos.

Se trata de una mujer realizada en el plano social, familiar y económico que irá al gobierno a trabajar por su país, a librarnos junto al próximo presidente Luis Abinader, de esta peste morada que ha deshecho la vida del país y que nos amenaza con lanzarnos al abismo como sociedad cristiana y organizada en base a valores éticos que tradicionalmente fueron respetados por gobiernos anteriores.

Carolina Mejìa es una mujer virtuosa, dueña de una personalidad apacible y tierna, es poseedora de una reciedumbre que la capacitan para la toma de decisiones, ya que su vida ha discurrido sumida en el trabajo como empresaria exitosa, en la conducción de su familia como esposa y madre, así como en su formación académica, prenda de su esfuerzo por superarse para servir a la familia y al país, el cual está vilmente secuestrado por una gavilla borracha de poder que nos degrada y escarnece.

La juventud se está empoderando, la misma Carolina lo exclamó en su aceptación como candidata, no hay espacio para la indiferencia porque los problemas del país son tan graves y las amenazas que se ciernen de que podamos sucumbir si no actuamos con decisión y coraje para expulsar del poder a los corruptos, a los que han secuestrado nuestra democracia, los que han desarticulado las instituciones que deben servir para brindarle seguridad al país, en fin, los que han lanzado por el sumidero cientos de billones de dólares solo para el disfrute de unos pocos, mientras los dominicanos languidecemos fulminados por la pobreza.

Nuestros partidos (PRM y PRSC), tenemos hoy por hoy la mejor oferta electoral que jamás ha tenido el país en sus más de cincuenta años de vida democrática. Se trata de dos economistas jóvenes pero con una larga trayectoria de trabajo, porque desde el seno de sus respectivos hogares aprendieron a trabajar, a generar empleos, a invertir para crear riquezas, en fin, a servirle al país.

En este día especial, en que el mundo conmemora el Día Internacional de la Mujer, el candidato Luis Abinader sostuvo lleno de emoción que “en la víspera de la celebración del Día Internacional de la Mujer, les doy a las mujeres dominicanas el mejor regalo que les puedo dar, les presento a Carolina Mejía: nuestra próxima Vicepresidenta de la República”.

“Hemos escuchado tantas veces al grupo en el poder hablar de la mujer, hacerle ofertas de campaña que luego incumplen y decirles cosas bonitas que están lejos de sentir. Ese grupo que da hasta la vida por reelegirse para que todo siga igual y en su beneficio, ha engañado a la mujer dominicana, le ha mentido, le ha incumplido premeditadamente”, expresó el aspirante a la presidencia.

Abinader exclamó que “este es un momento histórico, crucial para la nación, y vamos a vencer. Mi honda es la de David y no le temo a Goliat por fuerte que parezca, tiene los pies de barro y lo vamos a derribar el 15 de mayo con la ayuda de Dios, con la fuerza de la verdad y la determinación del pueblo dominicano”.

“Carolina y yo pertenecemos a una nueva generación que mira al porvenir y trabaja sin cesar por lograr un cambio serio en la forma de hacer política”.

Por su parte, la aspirante a la Vicepresidencia expresó que acepta con alegría y humildad, el reto de acompañar a Abinader como su candidata vicepresidencial por el PRM.

“Lo acepto motivada por el profundo sentimiento de responsabilidad social que he aprendido de mis padres. Doy gracias a Dios por este momento tan especial y a Luis Abinader, por su confianza y su distinción”, manifestó Mejía.

Afirmó que como mujer y ciudadana, sufre la creciente violencia que padecen los dominicanos.

Mejía aseguró que de llegar al poder asumirá el compromiso de formular políticas públicas, además de poner en práctica planes y programas para crear fuentes de trabajo, inversión para capacitación desde el nivel técnico-profesional hasta el universitario.

“Para lograr el país que todos queremos, Luis y yo contamos con la fuerza y la voluntad de un pueblo digno, valiente; dispuesto a enfrentar la corrupción, la mentira y la delincuencia con el poder del voto”, señaló la candidata vicepresidencial.

“La mujer, ese ser extraordinario que da soporte y continuidad a la familia, espera el cambio que viene para hacer una nueva realidad sus sueños y metas”.

La dirigente perremeísta enfatizó que “el pueblo quiere un cambio y Luis Abinader, representa ese gran cambio”. 

“Carolina y yo pertenecemos a una nueva generación que mira al porvenir y trabaja sin cesar por lograr un cambio serio en la forma de hacer política”.