Genao dijo que aún no sabe a qué cargo aspirará en el PRSC para el 2018, pero que no se quedará

El secretario general del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Ramón Rogelio Genao, fue diputado por 22 años y ahora está fuera del Congreso luego que se lanzó a la candidatura senatorial de su provincia natal, La Vega, sin lograr la meta de conquistar la curul senatorial. Ahora, en el conflicto interno de su partido, Genao parece ser la única figura que no está en contradicción con los sectores en pugna y dice que eso se debe a que no traslada al plano personal los asuntos de la política. “Nunca he perdido un amigo por razones políticas”, dice. Sobre su visión de la situación política del país, dice que es el momento ideal para aprobar las leyes del sistema electoral y político que están pendientes. Es de opinión de que los partidos políticos no se involucren en la marcha que convoca un conjunto de organizaciones sociales para el lunes 22 de este mes. 

Genao dijo que aún no sabe a qué cargo aspirará en el PRSC para el 2018, pero que no se quedará

El secretario general del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Ramón Rogelio Genao, fue diputado por 22 años y ahora está fuera del Congreso luego que se lanzó a la candidatura senatorial de su provincia natal, La Vega, sin lograr la meta de conquistar la curul senatorial. Ahora, en el conflicto interno de su partido, Genao parece ser la única figura que no está en contradicción con los sectores en pugna y dice que eso se debe a que no traslada al plano personal los asuntos de la política. “Nunca he perdido un amigo por razones políticas”, dice. Sobre su visión de la situación política del país, dice que es el momento ideal para aprobar las leyes del sistema electoral y político que están pendientes. Es de opinión de que los partidos políticos no se involucren en la marcha que convoca un conjunto de organizaciones sociales para el lunes 22 de este mes.

¿Cómo se siente fuera del Congreso luego de 22 ininterrumpidos años como diputado?  Hace falta el ambiente legislativo. El parlamentarismo es una carrera y uno extraña un poco los pasillos del Congreso y como fuente de noticias, uno lo recuerda con nostalgia, pero realmente es una etapa que ya la vivimos y decidimos pasar a otro estamento. Fuimos candidato a senador, en esta ocasión no fue posible pero seguimos nuestra carrera política desde la secretaría general del partido. Acabo de cumplir 50 años y llegué al Congreso a los 27 años. En el primer periodo fui el legislador más joven en el cuatrenio 1994-1998. Pude ser candidato en el 1990, pero no pude porque la Constitución establece como edad mínima los 25 años y yo no los tenía.

 
En 22 años usted perdió por primera vez una candidatura, ¿qué aprendió del pasado proceso electoral?  De todo hay que aprender. Nosotros aprendimos que se deben tener mayores controles en lo que son los colegios electorales y de que el sistema es vulnerable de múltiples formas. Se necesita un arbitraje diferente y que eso es lo que hemos venido reclamando porque uno no hace nada con tener la mayoría, como fue el caso nuestro que tenemos encuestas a boca de urna que difieren diametralmente con los resultados. Las encuestas a boca de urna nos daban ganador y la encuesta a boca de urna es un método científico utilizado en todas las democracias. El escrutinio del voto preferente sigue siendo muy vulnerable, y eso junto al fracaso del escrutinio digital hizo que finalmente la mayoría de los colegios se computaran manualmente y hubo un manejo interesado de ese conteo, no se produjeron los reconteos, se limitó al municipio de Jarabacoa y se asumieron los resultados como fueron plasmados en las actas. La tradicional, acta mata voto y boletín mata acta. Pero eso hay que resolverlo.

 
¿Qué es más importante, la ley electoral o la ley de partidos políticos? Ya hay un compromiso de aprobarla este año. El sistema electoral tiene un déficit de reforma de hace 20 años que fue en el 1997 y del 1997, hacia acá, ha habido tres reformas constitucionales. La transformación del régimen electoral debe ser la prioridad en este momento. Si jerarquizamos qué es lo más importante dentro de la legislación electoral, lo principal es la ley electoral, no es la ley de partidos. Dentro de la ley electoral debe estar incluida la ley de garantías electorales, y hay 14 leyes que deben estar en el Código Electoral. El régimen electoral debe transformarse este año y el error fundamental fue dividir la ley de partidos de la ley electoral. Porque ahora se le ha dado mayor importancia a la ley de partidos que a la ley electoral, y lo esencial es la ley electoral. 

 
¿Usted va para la marcha convocada para el 22 de este mes contra la impunidad? Yo creo que lo mejor que pueden hacer los partidos políticos sobre esa actividad que es cívica esencialmente, que está gestada por la sociedad civil, es no involucrarse. Es apoyarla, observarla desde afuera, pero no involucrarse, porque la participación directa de políticos activos, directivos excandidatos, le quita peso a la marcha, porque la politiza y la convierte en una manifestación política. Debe ser una expresión ciudadana y las acciones ciudadanas que han tenido mayor éxito son las que han tenido menor involucramiento de políticos. Esa es una actividad ciudadana y nosotros estamos de acuerdo con la lucha, estamos a favor de la institucionalidad y en contra de la impunidad, pero darle tinte político lo que va a hacer es que el éxito o el fracaso tenga un dueño y eso no es lo sano. Lo más importante es que se vea que tenemos un pueblo que realmente aspira a un cambio de la sociedad, no solo de la clase política. La impunidad como la corrupción es un tango de tres, hay un corruptor, un corrupto y una sociedad que lo permite. Yo creo que ningún partido debe asumirla como dueño, sino dejársela a los promotores que son de la sociedad civil y sin vínculos partidarios. 

 
En la crisis del PRSC usted no ha recibido ataques de ningún sector, ¿cómo lo ha logrado? Lo primero es que la política no se puede llevar a lo personal, nuestro accionar es en función de lo que existe y no mezclamos las relaciones personales con la política. No hemos perdido un amigo por política, es lo primero, pero siempre somos consistentes en cumplir lo que dice el partido. Si el partido se equivoca, nos equivocamos con el partido y si acierta, acertamos también. En el conflicto actual lo que hemos logrado es un entendimiento y hemos estado en conversaciones con la parte disidente, pero no hemos tenido éxito.


¿El PRSC tiene futuro? 
La participación política se mide por los resultados, los resultados de las elecciones recién pasadas fueron positivos para el Partido Reformista. Mantuvo su condición de tercera fuerza, si vamos a la media; es decir, los tres niveles. Tuvo un desempeño exitoso por encima de los partidos minoritarios, en cantidad, en escaños y en participación. Ahora, como todos los partidos, tiene un proceso interno, que será en enero del 2018. Estamos en un proceso de reorganización con dos componentes, uno de reclutamiento y otro de capacitación. Luego de los procesos electorales viene una resaca en función del resultado, hay una frustración colectiva y viene la apatía. Eso es lo que hay ahora en el PRSC, y lamentablemente algunos dirigentes nuestros han mal encauzado sus aspiraciones porque aunque sean legítimas y tienen derecho lo han hecho de manera extemporánea y al margen de los organismos. Esa situación ahora está en la comisión de disciplina a lo interior del partido y ya se ha judicializado. 

 
¿El bloque opositor tiene fines de alianza electoral? Hemos estado coincidiendo coyunturalmente con el frente opositor con temas muy específicos. Ese bloque tiene un propósito claro y muy definido, reducido a lo que tiene que ver con el régimen electoral. No descartamos nada, pero el objetivo de ese bloque no es la presentación de candidaturas comunes, no es de alianza, es transformar el régimen electoral en función de lo que ha sucedido.

Relaciones
El presidente Medina es un político sabio, veterano, con un pragmatismo que no creo que pueda tener molestia con los directivos del PRSC”

 

Sistema de partidos El sistema de partidos es fuerte en el país. Hay deficiencias, pero no podemos decir que hay una crisis del sistema de partidos”