Por: Joeslina Javier 

«Hagamos ayuda idónea al hombre», y fue hecha la mujer; pero aún hoy en día, a pesar de la supuesta igualdad de género, se continúa viendo a la mujer como un pedazo de costilla en sus mejores casos; en otros, parecerían la planta de los pies.

Por: Joeslina Javier 

«Hagamos ayuda idónea al hombre», y fue hecha la mujer; pero aún hoy en día, a pesar de la supuesta igualdad de género, se continúa viendo a la mujer como un pedazo de costilla en sus mejores casos; en otros, parecerían la planta de los pies.

A pesar de las luchas constantes por merecer un mejor lugar, un mejor trato, tener verdaderos derechos y participación ciudadana, ejercer importantes cargos, y tener la paga digna por nuestro trabajo, la mujer no ha podido desarrollarse en su máximo potencial, no el que ciertamente tenemos. Podríamos citar grandes heroínas que han dejado demostrado que aún sin pantalones se puede luchar por una casa, una familia, un proyecto, un sueño, incluso un pueblo.

La mujer es más que el café en la cocina, ya posee restaurantes; es más que vender el periódico, se convirtió en periodista; no sólo decora un casa, ahora es ingeniera civil; no sólo llora con novelas, también escribe libros; no se quedó siendo secretaria, ahora es tu jefa; la mujer no sólo dio el voto a un candidato político, ahora está en el Congreso, Cámara de Diputados, y en algunos países ya están en la Presidencia.

¡Y aún no salimos de la desigualdad!

“Ahora la mujer quiere ser el hombre” dicen muchos hombres… no es que queremos, es que nos toca, o acaso ¿Creen que abrirnos paso donde las oportunidades son escasas porque “eto e pa’ hombre”, es fácil? “Hay que tener pantalones” para llevar tal o cual cosa a cabo; si es cierto, y nosotras lo podemos lograr en faldas y tacones, y también en pantalones y chaquetas, con cinturón o correas.

Mi intención no es la subordinación hacia los caballeros; al contrario, pues si hoy en día la mujer dominicana ha podido escalar, ha sido primero gracias a Dios, y después a un hombre que con su sinigual intelecto reconoció el valor incalculable que poseemos. El líder Joaquin Balaguer dio a la mujer la oportunidad de gobernar más que la sala de su casa, de que seamos escuchadas, de que nuestras opiniones fueran tomadas en cuenta, y sin duda de ejercer poder político.

Hoy esas puertas siguen abiertas por un hombre que, así como Balaguer, reconoce la capacidad, no únicamente de la mujer madura, también de las mujeres jóvenes; Quique Antún ha continuado uno de los mejores legados dejados al Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), y nuestro país. 

Creo que, con su apoyo y su esfuerzo, podremos ser mejores madres, hijas, hermanas, amigas, ciudadanas y profesionales. Porque él cree en nuestra capacidad y es quien está dispuesto a marchar con ojos cerrados junto a la mujer dominicana, deberían de existir más hombres como Quique y Balaguer que reconozcan que ningún pueblo macha bien si le faltan faldas y tacones!