SANTO DOMINGO.- Cinco organizaciones políticas expresaron este martes que resulta altamente preocupante que diversos sectores e influyentes actos políticos y sociales pretendan desconocer la Constitución para despenalizar el aborto en tres causales.

SANTO DOMINGO.- Cinco organizaciones políticas expresaron este martes que resulta altamente preocupante que diversos sectores e influyentes actos políticos y sociales pretendan desconocer la Constitución para despenalizar el aborto en tres causales.

El Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Partido Quisqueyano Demócrata Cristiano (PQDC), Fuerza Nacional Progresista (FNP), Partido Nacional de la Voluntad Ciudadana (PNVC)  y Partido Humanista Dominicano (PHD) explicaron que “no existe ningún  margen o asidero jurídico para reclamar el establecimiento de excepciones a dicho mandato constitucional al través de modificaciones al Código Penal dominicano”.

En la rueda de prensa celebrada en el Hotel Raddisson estuvieron presentes el presidente del PRSC, ingeniero Federico Antún Batlle (Quique); Pelegrín Castillo, de la FNP; Elías Wessin Chávez, del PQDC; Juan Cohen, del PNVC, entre otros.

A CONTINUACIÓN EL DOCUMENTO ÍNTEGRO LEÍDO POR EL INGENIERO QUIQUE ANTÚN:

Los partidos políticos que representamos, por medio de la presente declaración pública, queremos formular en forma conjunta, con claridad meridiana  y  plena responsabilidad, las siguientes reflexiones y planteamientos sobre las trascendentales cuestiones relacionadas con la defensa de la vida, la familia y los valores de nuestra identidad nacional:

Resulta altamente preocupante  que diversos e influyentes actores políticos y sociales pretendan desconocer que en la Constitución de la República del 2010, después de amplios debates y deliberaciones se dispuso la más rotunda  protección a la vida desde la concepción, y que en consecuencia, no existe ningún  margen o asidero jurídico para reclamar el establecimiento de excepciones a dicho mandato al través de modificaciones al Código Penal dominicano.

Más específicamente, las mal llamadas 3 causales de excepción a la protección a la vida, fueron propuestas, discutidas  y rechazadas en la  Asamblea Revisora, por lo que solo una reforma constitucional podría hacerlas posible, siembre que esté precedida por un referéndum aprobatorio.

Resulta penoso que toda está tratativa inconstitucional esté acompañada de campañas aviesas de desinformación y mentiras, estimuladas desde ciertos sectores del gobierno y ONGs influyentes, con el fin de desorientar a sectores de la sociedad nacional acerca de sus verdaderos propósitos.

Es necesario puntualizar que está injustificada controversia  pública está provocando un gravísimo retraso en la aprobación del Código Penal que debería ser instrumento de lucha eficaz contra la criminalidad y la inseguridad alarmantes que padece la sociedad, al tiempo que distrae la atención de otros muchos problemas serios y complejos.

La experiencia histórica demuestra fehacientemente que esa iniciativa de promover la despenalización del aborto en las tres causales, así como de impulsar visiones culturales asociadas a la ideología de género, constituyen solo el inicio de una ofensiva más amplia y ominosa que termina ejecutando, en nombre de una mal entendida modernidad, una destrucción descomunal de los cimientos demográficos y morales de las naciones.

Es necesario puntualizar que la integridad demográfica de los estados y los valores fundacionales de su identidad, son tantos o más importantes que la integridad territorial, y por tanto, deben ser preservados con previsoras políticas de estado, en función de los más altos intereses estratégicos de la nación.

Asimismo, es necesario destacar que la mayoría de estos movimientos son inspirados y financiados por actores extranjeros muy poderosos, que se sienten con derecho a imponer en todo el mundo el enfoque de un imperialismo cultural de nuevo cuño, contrario a la vida de los neonatos  y la familia tradicional, así como a los valores fundacionales de la identidad histórica de la naciones.

En consecuencia, constituye un legítimo ejercicio de respeto a la soberanía y autodeterminación nacionales, rechazar categóricamente las maniobras de imponer modelos exógenos de un falso progresismo, que no responden a los intereses nacionales.

Hacemos un llamado a establecer un diálogo nacional abierto y sincero, a todos aquellos sectores realmente interesados en construir una agenda pro activa y abarcadora,  auténticamente en favor de la vida y la familia, basada en el respeto a la dignidad de las personas, la libertad con responsabilidad y los derechos e intereses nacionales.

Son muchas las acciones y programas de políticas públicas y de esfuerzos sociales, que bien coordinados y ejecutados permitirían enfrentar y reducir los dolorosos dramas humanos generados alrededor de estas realidades sociales. Tenemos la convicción de que estos siempre serán mejor alternativa, que fomentar la cultura de muerte del aborto o continuar destruyendo, ya con respaldo de las políticas públicas las bases y fundamentos  del orden social y nacional. Debemos proteger a toda costa, la institución de la familia y los valores edificantes que esta tiene la misión de preservar y trasmitir de generación en generación. Esa es la garantía de la preservación y el engrandecimiento de la nación.