Ante la aprobación del presupuesto 2015 limitándose a una ponderación de los gastos sin la correspondiente ponderación de los ingresos que consideramos sobrestimados en RD$ 21 mil millones, resultaría pertinente que el gobierno debe preparase un presupuesto alternativo o de contingencia sustentándose en una proyección más realista de los ingresos.
Ante la aprobación del presupuesto 2015 limitándose a una ponderación de los gastos sin la correspondiente ponderación de los ingresos que consideramos sobrestimados en RD$ 21 mil millones, resultaría pertinente que el gobierno debe preparase un presupuesto alternativo o de contingencia sustentándose en una proyección más realista de los ingresos. Esta recomendación está basada en el Artículo 43 de la ley orgánica de presupuesto que consigna que “la Dirección General de Presupuesto efectuará la distribución administrativa de los gastos…” lo cual debería elaborar teniendo en cuenta lo señalado en el Artículo 44 donde se precisa que “las apropiaciones presupuestarias aprobadas por el Congreso… constituyen el límite máximo de gasto, sujeto a la disponibilidad efectiva de los ingresos estimados…” y que dichas apropiaciones “En ningún caso constituyen un derecho adquirido”.
Conviene recordar que la ley de presupuesto ordena que no solamente debe tratarse sobre la distribución de gastos como se concentraron los legisladores al proyecto presentado por el gobierno sino, y lo que consideramos mas importante en las presentes circunstancias para evitar las crecientes tentaciones deficitarias, en examinar las proyecciones de ingresos que habrán de sustentar dichos gastos, lo cual no fue debidamente debatido en el Congreso.
El debate presupuestario en el Congreso se concentró en la distribución de gastos: aumentándole a unas instituciones y reduciéndolas a otras; significando una aceptación implícita que los ingresos se van a comportar como está plasmado en el proyecto presentado por el gobierno, los cuales consideramos sobreestimados por las razones que se explican a continuación.
1) En el proyecto de presupuesto 2015 el gobierno estima que va a obtener ingresos por RD$ 450 mil millones, partiendo que obtendría RD$ 411 mil millones en el 2014 y suponiendo una perfecta elasticidad y eficiencia tributaria (crecimiento de recaudaciones igual del PBI) al estimar los ingresos a una tasa prácticamente igual que el crecimiento de la economía (9.2%).
2) Pero esa eficiencia tributaria no parece fundamentarse en precedentes convincentes, tal y como lo demuestran las propias recaudaciones en el año 2014 en curso. Se proyectaron originalmente RD$ 419 mil millones y se recaudarán RD$ 8 mil millones menos teniendo en cuenta que en el mismo documento presupuestario que el gobierno presenta al congreso, reconoce que durante el año 2014 ingresaron RD$ 19 mil millones en partidas extraordinarias no previstas, principalmente por ganancias de capital por venta de empresas y renegociación contrato Barrick, los cuales adicionándolo a lo dejado de cobrar arrojaría un desatino en las proyecciones originales de recaudaciones para el 2014 por RD$ 27 mil millones, equivalentes un 6.5% de lo estimado.
3) En las presentes circunstancias varios factores puede pronosticarse que las proyecciones de ingresos no se cumplirán:
a) Se incluyen partidas sensibles protestadas por la ciudadanía – aumento del ITBIS, impuestos al tabaco y alcoholes, impuesto de circulación de vehículos – que conforme la práctica gubernamental no es descartable que se suspenda su aplicación.
b) La disminución de los precios del petróleo incidirá en el financiamiento recibido de PETROCARIBE constituida por la suma dejada de pagar por el gobierno de lo comprado a Venezuela. De acuerdo a lo convenido se deja de pagar, convirtiéndose en deuda, un % del precio del petróleo que dependen del precio 50% de la factura petrolera cuando el petróleo alcanza US$ 100 el barril; porcentaje que disminuye cuando el precio se reduce. El presupuesto se formuló con un precio petrolero cerca de US$100/barril y ahora esta en menos de US$80 dejándose de pagar, financiándose, el 40% de lo facturado, lo que aplicado a 30 000 barriles diarios implicaría una reducción de RD$ 500 millones de financiamiento por cada dólar que descienda el precio del crudo equivalente a RD$ 5000 millones anuales por cada descenso de US$ 10 por barril.
c) La incidencia del precio petrolero puede incluso agudizar la crisis económica venezolana y el gobierno de esa nación puede llegar a suspender las facilidades financieras de PETROCARIBE
d) El presupuesto estima que cerca de RD$ 50 000 millones de los ingresos provendrían del impuesto a los combustibles. Si baja el precio de los combustibles tomado como base para aplicar los impuestos, las recaudaciones serán menores; pudiendo estimarse en otros RD$ 5 000 millones sobre la base de un descenso del 10% de dichos precios.
(Información al margen: el gobierno mexicano acaba de reformular el presupuesto pre-elaborado 2015 por la misma razón que aludimos ahora)
4) una proyección más realista y prudente sería que el incremento de 9.2% de las recaudaciones se aplicara a las estimaciones de ejecución para el año 2014 (RD$ 411 mil millones) previo descuento de ingresos extraordinarios que no se sabe si se van a repetir.
Con este método las recaudaciones habría que situarla en RD$ 429 mil millones, es decir, RD$ 21 mil millones menos que lo estimado por el gobierno. Dicho sea de paso esta suma es 3.5 veces superior a los montos redistribuidos de gastos por los legisladores.
5) La sobreestimación de ingresos prevista en el presupuesto se traduciría en incremento de unos US$ 400 millones del déficit ya consignado en el mismo – de RD$ 74 mil millones que el gobierno pretende financiarlo mediante endeudamiento de unos US$ 1700 millones -elevándose entonces a US$ 2100 millones.
6) La deuda pública así incrementada en US$ 2100 millones, equivalente a un crecimiento del 9% en circunstancia que la economía solo se ha estimado crecer un 5%; concluyéndose, al crecer la deuda pública casi dos veces más rápido que la economía medido por el PBI, que seguimos encaminándonos a la hipoteca plena de nuestras finanzas, premisas para intervenciones más amplias y profundas sobre la dominicanidad.
(Vale la pena destacar que los financiamientos previstos en el Presupuesto 2015 no tienen fuentes asegurados. Solo se consignan aprobaciones de montos y autorizaciones al gobierno para negociar financiamientos con fuentes y condiciones no precisadas, consignándose en la mayoría de ellas, incluyendo el proyecto estrella del gobierno, las plantas al carbón, “a ser concertado con la banca internacional, a una tasa de interés y comisiones compatibles con las vigentes en el mercado”.)
7) Si los financiamientos no se obtuvieran la satisfacción de necesidades sociales se vería sacrificada y/o el déficit se incrementaría notablemente con el riesgo de ser financiados internamente con sobregiros bancarios u otras formas de emisión sin respaldo que desestabilizarían la economía.
8) En todo presupuesto público, los ingresos constituyen una partida estimada que no se sabe si efectivamente se van a obtener; mientras los gastos adquieren fuerza de ley con la aprobación del presupuesto lo que genera compromisos revestidos de obligatoriedad.
Por eso es aconsejable estimar los ingresos con moderación y postular gastos consecuentemente ajustados a esos ingresos; para así actuar dentro la mayor prudencia presupuestaria posible.
De lo contrario, si los ingresos se postulan guiados por optimismos excesivos, y en base a ello se postulan gastos elevados, los presupuestos tienen una falla de origen: conducen a una alta propensión deficitaria y a la búsqueda de nuevos financiamientos, entonces desesperadamente, para cubrir esos gastos elevados revestidos de fuerza de ley; déficit y endeudamientos, perjudiciales para la economía.
9) Por estas razones nos inscribimos en ajustar por lo menos el nivel de gastos corrientes para el 2015 a los RD$ 429 mil millones equivalente a estimaciones de ingresos que realísticamente consideramos que se van a obtener.
10) El proyecto de presupuesto presentado por el gobierno sigue el camino de incrementar los gastos corrientes, evitando así la disponibilidad de excedentes presupuestarios. En este presupuesto se agrava la tendencia observada en años anteriores: Los gastos corrientes pasan del 80 al 85% del total de gastos mientras que los de capital decrecen del 20 al 15%
Al postular gastos corrientes – burocracia, subsidios, intereses deuda, aportes a ONG, – por una suma prácticamente igual a las recaudaciones; todo gasto de capital, incluyendo el pago del principal de la deuda pública, tendría que financiarse con endeudamientos.
12) Por eso proponemos un ajuste de gastos mas contundente hasta para generar excedentes que pudiera lograrse mediante:
a) Disminución de gastos burocráticos y remuneraciones de personal mediante el reordenamiento de la administración publica.
b) Reducción del subsidio eléctrico modificando el sistema de fijación de precios de compra de la energía a los generadores por parte de las distribuidoras.
c) Aplicación estricta de las condiciones establecidas en la ley para el financiamiento de las ONGS.
d) Procurar excedentes vía renegociación de deuda con países amigos interesados en solucionar el problema de los indocumentados haitianos, convirtiendo sus pagos en compensaciones al gobierno por gastos incurridos
e) Reducir la evasión a través de simplificación tributaria – de impuestos, tasas y procedimientos.
12) Algunas observaciones particulares surgen al examinar el proyecto de presupuesto.
a) Se mantienen muchas tasas impositivas al 18% que se habían establecido provisionalmente para irse descontando en la medida que se mejorara la presión tributara hasta alcanzar el 16%. Ahora que una nueva metodología de medición incrementa el PBI, parece remota la posibilidad de alcanzarlas y reducir tasas.
b) No se prevé la posibilidad de auditar y/o revisar contratos, algunos reductores de gastos otros incrementando ingresos como es el caso de concesiones, generación eléctrica, etc
c) La posibilidad de concesionar el metro debe ser ponderada habida cuenta las inversiones requeridas para terminarlo y los elevados costos de operación.