El presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), Rafael Blanco Canto, dijo ayer que en la sociedad existe un malestar de desconfianza en las instituciones a las que hemos entregado la función de representarnos, y que la misma, según expresó, es producto de “la falta de orden y de la inexistencia de un adecuado régimen de consecuencias que ofrezca a la población la seguridad de que vive en un verdadero Estado de Derecho, en el que todos estamos obligados a cumplir la ley y en el que quien violenta la misma, tendrá que enfrentarse a sus ineludibles consecuencias”.

El líder empresarial apreció que en la actualidad el país se encuentra en una coyuntura importante,  en la cual la agenda pública del país está cargada de temas de gran relevancia en todos los ámbitos de la vida nacional, los cuales requieren con urgencia de reformas legales e institucionales que permitan redireccionar a nuestro país hacia vías de mayor  desarrollo.

El presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), Rafael Blanco Canto, dijo ayer que en la sociedad existe un malestar de desconfianza en las instituciones a las que hemos entregado la función de representarnos, y que la misma, según expresó, es producto de “la falta de orden y de la inexistencia de un adecuado régimen de consecuencias que ofrezca a la población la seguridad de que vive en un verdadero Estado de Derecho, en el que todos estamos obligados a cumplir la ley y en el que quien violenta la misma, tendrá que enfrentarse a sus ineludibles consecuencias”.

El líder empresarial apreció que en la actualidad el país se encuentra en una coyuntura importante,  en la cual la agenda pública del país está cargada de temas de gran relevancia en todos los ámbitos de la vida nacional, los cuales requieren con urgencia de reformas legales e institucionales que permitan redireccionar a nuestro país hacia vías de mayor  desarrollo.

Entre esos temas, el dirigente empresarial mencionó como los de mayor relevancia la inseguridad social, el sector eléctrico, el transporte público, las finanzas públicas,  la mejora de los servicios públicos, la modernización de la jurisdicción inmobiliaria, la municipalidad, la seguridad jurídica, entre otros.

Señaló que existe una gran desconfianza de parte de la sociedad en las instituciones del Estado Dominicano, por lo que  “hemos decidido enfocar nuestra atención en ese tema, el cual constituye el eje transversal en todas las problemáticas que aquejan nuestro país y cuya solución es un prerrequisito esencial para restaurar la confianza de la sociedad en las instituciones para que el país pueda avanzar y asegurar que ese avance sea sostenible.

Hablando en el almuerzo mensual de la Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana, el empresario Rafael Blanco Canto dijo que lamentablemente todo esto tiene su origen, en aquellas áreas donde hay problemas de institucionalidad o donde el Estado no ejerce su autoridad para aplicar las leyes y, consecuentemente, esta situación está causando la erosión del régimen político-institucional del país.

Apuntó que el tema es tan importante que de él depende la credibilidad misma de nuestro sistema democrático y demandó que la solución requiere de una urgente reforma de nuestra institucionalidad.

“Es triste levantarnos cada día y ver como impunemente los transportistas imponen su voluntad en las calles, cómo las instituciones militares desacatan las sentencias del Tribunal Constitucional, cómo en la frontera se desarrolla una criminal industria de producción de carbón que aniquila nuestros parques nacionales, ver cómo se comenten actos vandálicos para embargar ilegalmente empresas, cómo se realizan fraudes  en el registro inmobiliario contra el derecho de propiedad y cómo se ha hecho parte de la cultura nacional que todo el que tiene un mínimo de poder, lo utilice para lograr una excepción o burlar,  en su provecho particular, la aplicación de las normas que deberían ser respetadas y cumplidas por todos”, señalò. 

En abono a sus planteamientos, el dirigente empresarial puso como ejemplo el certamen electoral celebrado el pasado 15 de mayo, del cual dijo que ha dejado una cantidad extraordinaria de experiencias y lecciones aprendidas, constituyéndose en un proceso que debe ser observado con una mirada amplia y profunda, desde los procesos electorales realizados a lo interno de los partidos políticos, la organización del proceso a cargo de la Junta Central Electoral, hasta los procesos contenciosos que actualmente se están conociendo en el Tribunal Superior Electoral.

“La primera lección que nos deja este proceso es que los partidos políticos no están en condiciones de administrar sus propios procesos internos de forma democrática, transparente y confiable para sus miembros. Para muestra un botón: Ninguno de los partidos escogió las primarias como método general para la elección de sus candidatos a alcaldes, regidores, diputados o senadores y en los lugares muy particulares donde sí se celebraron las primarias, la jornada estuvo caracterizada por el desorden, las denuncias de irregularidades, la violencia y muertes” exclamò.

El dirigente empresarial expresó su pesar por la problemática polanteada, y dijo que “hemos llegado a un lamentable momento donde al parecer no existen árbitros creíbles dentro de las organizaciones políticas”.

Apuntò que la grave situación descrita, cobra especial relevancia, cuando se comprende que la estabilidad social y política de los países democráticos, depende en gran parte de la existencia de un sistema de partidos fuerte y robusto; y que cuando los partidos entran en crisis, lo mismo sucede con la democracia y por vía de consecuencia, entra en crisis la economía y la sociedad en general.

Al señalar que el principal activo de la República Dominicana en los últimos 50 años ha sido la paz social, la cual ha estado íntimamente vinculada a un sistema de partidos fuerte, el cual ha sido capaz de canalizar las demandas sociales y económicas del país, y conducirnos, con altas y bajas, de la mano de un sector privado dinámico y de la sociedad civil, por un sendero de crecimiento y desarrollo que nos ha transformado en una economía de ingreso medio y en líderes regionales en distintos órdenes.

Consideró que es un compromiso de todos trabajar por el mantenimiento de esa paz social y la preservación de las bases que la sustentan, siendo los partidos un eslabón esencial de la misma, por lo tanto su situación actual y futura es algo que nos concierne a todos como país y no sólo a sus dirigentes o militantes,.

Consideró impostergable probación de una nueva Ley Electoral y una Ley de Partidos Políticos que corrijan las fallas que todos conocemos y que son motivo de preocupación. Se trata un tema serio, cuyas repercusiones nos conciernen a todos.

“Debemos darnos cuenta del peligro que se posa sobre el horizonte de la vida nacional si no ponemos atención a los graves síntomas de deterioro de la institucionalidad política que afecta hoy en día nuestro país.

Las peripecias y dificultades del reciente proceso electoral, caracterizado por las denuncias, la desconfianza y los cuestionamientos, nos ofrecen la segunda gran lección del proceso electoral: La confianza en la institucionalidad que rige las elecciones se agotó., concluyó.