Secretario Nacional de Actas del PRSC.
La sociedad dominicana ha visto con asombro la decadencia en el sistema de partidos políticos de la nación, la indiferencia ante los valores perdidos, actuaciones poco deseables en la forma de hacer política, el vacío enorme que produce la insatisfacción por la falta de cambio, la corrupción administrativa, el dispendio y derroche de los recursos del Estado, la imposición de un sistema fallido, la poca oportunidad de participación debido al gasto desmedido para alcanzar posiciones electivas, la complicidad de élites cuyo poder se impone en perjuicio de un pueblo pobre, son todas estas condicionantes negativas y otras más, las que han dejado sin espacio ni tiempo en su propio país, a las grandes mayorías de dominicanos.
Por, Ramón Féliz Madera.
Secretario Nacional de Actas del PRSC.
La sociedad dominicana ha visto con asombro la decadencia en el sistema de partidos políticos de la nación, la indiferencia ante los valores perdidos, actuaciones poco deseables en la forma de hacer política, el vacío enorme que produce la insatisfacción por la falta de cambio, la corrupción administrativa, el dispendio y derroche de los recursos del Estado, la imposición de un sistema fallido, la poca oportunidad de participación debido al gasto desmedido para alcanzar posiciones electivas, la complicidad de élites cuyo poder se impone en perjuicio de un pueblo pobre, son todas estas condicionantes negativas y otras más, las que han dejado sin espacio ni tiempo en su propio país, a las grandes mayorías de dominicanos.
Sin embargo, dentro de estas situaciones que se presentan hoy día, no todo está perdido, pues vemos una luz en el camino, y es la que nos muestra el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), al darnos señales suficientemente claras de que ha despertado del letargo que le había afectado desde hace ya casi 20 años, tiempo que ha sido suficiente para renacer con bríos renovados, mostrándose nuevamente de la forma vigorosa que le caracteriza, cuando busca con determinación el poder, siendo esto posible, gracias al análisis profundo de los males que le afectaron, y que ha reconocido frente a la opinión pública su más alta dirección, de todos y cada uno de los errores que se han cometido en esta organización.
En consecuencia, se erige el PRSC con esta introspección de su alma partidaria de manera firme, frente a los demás partidos dominicanos, cuyas crisis delatan la incapacidad de afrontar un torneo electoral lleno de una complejidad poco habitual, pues no reconocen sus errores ni aprenden de ellos, tal como lo ha hecho el reformismo; muy por el contrario, en esos partidos unos sufren de forma silente sus males donde los cólicos intestinos no pueden ser escondidos por la retorcedura de sus cuerpos hambrientos de poder, y otros donde la desarticulación y desmembramientos son tan notorios que se les hace imposible articular siquiera las movilizaciones de sus más simples extremidades.
Es así que con una política de apertura, y sobre todo bien definida, con aciertos innegables, el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), se ha convertido en la opción que propicia las mayores oportunidades para aquellos interesados en contribuir con las transformaciones y cambios que demanda nuestra República Dominicana, patria que languidece hambrienta por ver que sus mejores jóvenes, mujeres y hombres de buena voluntad, se incorporen para llenar el vacío dejado por la falta de buena voluntad de quienes están llamados a dirigir los destinos nacionales.
El Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), bajo la conducción de uno de sus mejores hijos, el ingeniero Federico Antún, presidente de esta organización, abre las puertas del partido de par en par, a fin de que todos los sectores sanos de la sociedad, presenten sus mas legitimas aspiraciones en democracia y libertad, e ingresen en representación de las instituciones religiosas, empresariales, populares, culturales y sectoriales, a la mayor oportunidad de participación que se ha ofrecido jamás en la historia política nacional, convirtiéndose así en el único partido capaz de lograr un cambio de hacer política, restaurando principios y valores necesarios para que de nuevo nos sintamos orgullosos de nuestro legado tricolor, lo que demuestra que el PRSC es un partido incluyente que une y vincula los mejores propósitos para los dominicanos, siendo de todos y para todos.