Sergio Acevedo.
Los resultados electorales logrados por el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), en el finalizado torneo electoral, convalidan con notas brillantes la táctica implementada por el líder de nuestra organización, ingeniero Federico Antún Batlle, la cual produjo el resultado de mejorar la posición de la organización en los poderes públicos, al tiempo que le proporciona las herramientas de poder para luchar por la representatividad ciudadana.
Sergio Acevedo.
Los resultados electorales logrados por el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), en el finalizado torneo electoral, convalidan con notas brillantes la táctica implementada por el líder de nuestra organización, ingeniero Federico Antún Batlle, la cual produjo el resultado de mejorar la posición de la organización en los poderes públicos, al tiempo que le proporciona las herramientas de poder para luchar por la representatividad ciudadana.
No obstante los empeños de los adversarios externos, bajo la complicidad de antiguos reformistas sin fe en su partido, en pretender destruirnos como organización política para ocupar definitivamente el espacio que la historia nos ha reservado como sector social y como corriente política importante en el campo de las ideas.
La táctica de Quique resultó exitosa en todos sus aspectos puesto que nos permitió mantenernos como entidad mayoritaria y mejorar nuestra presencia, tanto en el Congreso, como en los municipios. Su meta fue lograda a cabalidad, sus esfuerzos fueron prendados con unos resultados que pudieron ser mejores de no ser por la embestida oficial para despojarnos del triunfo en algunos lugares en los cuales nuestros candidatos contaban con el respaldo popular, evidentemente.
Cuando Adán y Eva fueron expulsados del Paraíso, de la espada de un Querubín cayó una chispa en el nido, de las llamas voló un ave dorada, incandescente, esplendorosa: EL AVE FÉNIX.
El PRSC, como el Ave Fènix, resurge de su ceniza robusto y sano, liberado de los confabulados que impedían su retorno a la vida, con la esperanza renovada, con un líder legitimado en las fraguas del trabajo y el compromiso de conducirnos hacia la victoria total.
Nuestra meta es la de la búsqueda del poder. Como el sol naciente, siempre como el Ave Fénix, hemos renacido de nuestra ceniza para ofrecer testimonio de vida, de una vida nueva que nos dará las fuerzas y nos proveerá de las herramientas para encausar la República por los caminos del progreso y el bienestar de los dominicanos, sin exclusiones, ni iniquidades vergonzosas.