Por Sergio Acevedo.

Independientemente de la decisión que adopte el PRSC en cuanto a su participación en el presente proceso electoral, la verdad que flota en el ambiente es la de un partido que está latente en la conciencia ciudadana, que ha consolidado un espacio creciente de participación no soñado antes de la llegada del ingeniero Quique Antùn a la presidencia de la entidad, y ya nadie abriga dudas de que el crecimiento constituye la tónica que habrá de marcar la trayectoria reformista en el presente y futuro.

Por Sergio Acevedo.

Independientemente de la decisión que adopte el PRSC en cuanto a su participación en el presente proceso electoral, la verdad que flota en el ambiente es la de un partido que está latente en la conciencia ciudadana, que ha consolidado un espacio creciente de participación no soñado antes de la llegada del ingeniero Quique Antùn a la presidencia de la entidad, y ya nadie abriga dudas de que el crecimiento constituye la tónica que habrá de marcar la trayectoria reformista en el presente y futuro.

Los logros alcanzados en materia de institucionalización y crecimiento del PRSC en la presente gestión, constituyen el resultado obligado de ese inconmensurable esfuerzo desplegado por Quique Antùn con miras a que nuestro partido logre recuperar su espacio natural en la sociedad, así como esa política de apertura hacia segmentos significativos de la sociedad, tales como los jóvenes y mujeres, así como de las organizaciones de la sociedad civil simpatizantes del partido.

Quique Antùn, el gran estratega y timonel, ha puesto en el tapete de nuevo al Partido Reformista Social Cristiano, y lo ha dotado de una preeminencia que ha definido su trayectoria de crecimiento y lo sitúa en un plano de competencia que, sin lugar a duda, es determinante y será la pieza decisiva en la definición del proceso al cual estamos abocados.

El trabajo incansable, la hidalguía de nuestro líder, su porte de dignidad en la defensa de nuestros valores como partido, son prendas que nos mantienen latentes y perseverantes, imbuidos de optimismo, porque somos la alternativa tangible frente a las múltiples opciones que nos presenta el escenario.

Quique Antùn nos convoca al trabajo para que entre todos construyamos definitivamente un partido poderoso que sea el instrumento eficiente para combatir los males que agobian a nuestra sociedad.

Nuestro líder, cónsono con el pensamiento de Balaguer, trabaja para convertir nuestra organización en un instrumento de liberación que nos permita erradicar las exclusiones que laceran el alma de nuestros ciudadanos menos afortunados.

El PRSC tiene que estar a la vanguardia del cambio social, no  tendría sentido el esfuerzo desplegado por Quique y ese nutrido grupo de dirigentes que le acompañan, si nuestro trabajo estuviera destinado exclusivamente a la captura de privilegios y canonjías, mientras dejamos de lado el propósito fundamental de un partido que no es otro que la conquista del bien común.

Un bien que en el presente de nuestro país se encuentra secuestrado y en un serio peligro de naufragio, porque no es un secreto para nadie que los problemas que afectan a la nación cada día crecen sin que se vislumbre una esperanza real de que los mismos puedan ser subsanados con el actual esquema de política gubernamental.

Se impone de manera urgente un cambio de rumbo, cambio que solo puede producir nuestro partido por ser el de mayor experiencia, el que reúne los recursos humanos más promisorios y porque es el autor de la gestión de gobierno más portentosa que jamás se haya producido en el país.

Quique no es un hombre de componendas, ni de arreglos de aposentos, es un líder de compromiso, que actúa de cara al sol, solidario  y sensible ante el cuadro dramático representado por los millones de ciudadanos preteridos, de jóvenes sin empleos, de personas sin viviendas, sin servicio de salud, sin educación.

Por eso es que nuestro partido no debe abrigar ninguna duda de que vamos a transitar el camino más conveniente a nuestros intereses como entidad independiente y como nación. El respaldo a Quique en la presente coyuntura significa la continuidad del PRSC en un plano cada vez más ascendente en su desarrollo.

Significa que vamos a entrar a un estadio de estabilidad que habrá de posicionarnos para nuestro retorno al poder, y para desde ese estamento darle continuidad al modelo reformista de desarrollo, el cual está focalizado bajo el esquema del siglo 21 y en consonancia con las condiciones materiales de nuestro país, que reclama un gobierno que promueva el desarrollo y el crecimiento social de todos los habitantes. Un modelo de gestión que potencialice a la persona humana, que distribuya de manera equitativa la riqueza para beneficio de los ciudadanos.

Quique Antùn nos depara un presente y un futuro promisorio, en sus manos el PRSC adquirirá cada vez mayor presencia, él es el único que nos garantiza fortaleza y continuidad, para que podamos acudir victorioso a nuestra cita con la historia.