La dinámica y el entusiasmo que se observa en las filas del Partido Reformista Social Cristiano, luego de la llegada del ingeniero Antùn Batlle a la presidencia de la agrupación política, solo es comparable con el momento vivido en 1986 bajo la tutela del líder histórico, Joaquín Balaguer, instante que coincidió con la llegada de un torrente de jóvenes de clase media que ante el fracaso del PRD para darle solución a los problemas del país, cifraron sus esperanza en el líder reformista y desde las filas del partido, escribieron una de las más hermosas páginas vividas por el PRSC a lo largo de su existencia.
Por:Sergio Acevedo
La dinámica y el entusiasmo que se observa en las filas del Partido Reformista Social Cristiano, luego de la llegada del ingeniero Antùn Batlle a la presidencia de la agrupación política, solo es comparable con el momento vivido en 1986 bajo la tutela del líder histórico, Joaquín Balaguer, instante que coincidió con la llegada de un torrente de jóvenes de clase media que ante el fracaso del PRD para darle solución a los problemas del país, cifraron sus esperanza en el líder reformista y desde las filas del partido, escribieron una de las más hermosas páginas vividas por el PRSC a lo largo de su existencia.
La explosión de jóvenes que ingresaron al PRSC fue realmente portentosa, estupenda, maravillosa. A pesar de que algunos de ellos no están activos en las filas del partido, es necesario que mencionemos los nombres más prominentes, casi todos hijos de figuras importantes del Partido Reformista, otros hicieron su entrada inspirados por las trayectoria de Balaguer como hombre de Estado, líder político, y figura ilustrada.
El triunfo que obtuvo el presidente Balaguer en el año 1986, no hubiera sido posible sin la presencia de figuras como Fernández Zucco, Milton José Ginebra, Fausto Jàquez, Sócrates Andújar, Carlos Troche, Enrique Isidor, Rafael Quilito Rodriguez, Rafael Saldaña, Luis Toral, Vitico Garcìa Sued, Luis Sanchez Acosta, Leoncio Almànzar, Rhina Marcelino, Carmen la Paz, Ito Bisonò, Pedro Josè Gris, Joel Lantigua, Annie Berenice Contrera. Miguel Berroa, José Bello, Sergia Elena Sèliman, Annie Felipe, Minù Torres, Aquilito Alvarez, Tete Antùn, Betty Hache, Sandra Castillo, Alma Rosa Cabrera, Juan Luis Sèliman, Altagracita de Peña, Aura y Rafelina Peralta, Cesarina Morel, Alberto Castillo, Alberto Baez Lora, Mario Jimenez, Edilio Lòpez, Orlando Rodriguez, Pablo Hernàndez (La Segueta), Tony Lluberes, Atahualpa Pèrez, Porfirio Muñoz, Osiris Madera, Rafael Pellerano, Rafelito Cohen, Sòcrates Reyes, Wilson Melo y otros.
Estos muchachos engalanaron al PRSC con vistosos colores y le entallaron el traje de la victoria con su presencia contagiosa, cuyo estímulo y entusiasmo arropó toda la estructura partidaria, lo que a su vez produjo una aurora de triunfo que en ningún momento se redujo hasta que nuestro partido se coronó con la victoria y llevó nuevamente al solio presidencial al líder más emblemático que ha tenido la República.
Quique Antùn debería encaminar algunos esfuerzos para reunir a los integrantes de este grupo emblemático para hacerle un reconocimiento. Eso sería un bonito detalle que serviría de estímulo a los integrantes de la nueva generación.
La historia se repite con sus variaciones y nuevas características. Transitamos el camino de la victoria de mano de la juventud y las mujeres, desde una perspectiva diferente, pero con igual propósito. Quique Antùn ha rediseñado la estrategia y ha motorizado la acción de los entes más numerosos y activos con los que trabaja afanosamente, primero, en la construcción de un nuevo partido y, luego, en la captación de los votos que serán necesarios para llevar de nuevo al Capitolio a un líder reformista.
En este trajinar, Quique Antùn se devela como un líder de características inmarcesibles, dotado de cualidades excelente para gerencial este proceso que, aunque se repite en el PRSC, esta vez presente características diferentes, en razón de que los actores que concurren en el evento son también diferentes.
Quique Antùn es un líder persuasivo, con una plena consciencia de su misión, abierto a las sugerencias, responsable y solidario con el grupo, fundamenta su estrategia en la colaboración, nunca se prevalece de la mentira y el engaño, dice las cosas con claridad y convicción aunque le genere crítica, por esas virtudes despierta admiración en la mayoría, imprime seguridad, todo lo cual configura un esquema de éxitos que desde ya se advierte y que nos permitirá el triunfo electoral.
El PRSC está abierto a la sociedad, está asimilado sus necesidades más sentidas y está en condiciones promisorias para el debate cívico de las elecciones. El legado de Balaguer vivirá para siempre, Quique Antùn es el gran timonel, mañana lo serán todo ese ejército de jóvenes de ambos sexos que todos los días ingresan al PRSC desde todos los confines de la República.
Quique está diseñando y modelando un reformismo con capacidad de respuestas a las exigencias ciudadanas. Trabaja por un partido que supla una etapa de nuestro proceso de liberación, porque nuestro país necesita crear riquezas para que no exista pobreza. Por eso Quique Antùn le ha puesto pimienta al PRSC.