Por Sergio Acevedo.

La manera como se ha venido desarrollando el proceso de reestructuración a lo interno del Partido Reformista Social Cristiano, marca una decisión irrevocable de la dirigencia reformista a nivel nacional, y en los diferentes niveles de mando, hacia el establecimiento de un consenso alrededor de la figura del ingeniero Federico Antún Batlle; lo que pronostica una decisión abrumadoramente mayoritaria en favor del líder del PRSC para la candidatura a la Presidencia de la República.

Por Sergio Acevedo.

La manera como se ha venido desarrollando el proceso de reestructuración a lo interno del Partido Reformista Social Cristiano, marca una decisión irrevocable de la dirigencia reformista a nivel nacional, y en los diferentes niveles de mando, hacia el establecimiento de un consenso alrededor de la figura del ingeniero Federico Antún Batlle; lo que pronostica una decisión abrumadoramente mayoritaria en favor del líder del PRSC para la candidatura a la Presidencia de la República.

Los reformistas a nivel nacional valoran positivamente la constancia de Quique Antún en la construcción de un nuevo partido, democrático e independiente, dotado de capacidad operativa y conceptual, lo que habrá de permitirle desempeñar un rol protagónico en las elecciones a celebrarse en el año 2016.

Estas elecciones se celebrarán en los diferentes niveles electorales, esto es, el nivel de la rama ejecutiva, congresual y municipal, en los cuales el PRSC va a optar con una preeminencia numérica de los jóvenes y mujeres, así como de figuras prominentes de la sociedad civil, en una boleta de amplia visión con la cual habremos de competir ventajosamente en el escenario nacional.

Quique Antún no sólo se ha proyectado como un regio estratega y un colosal timonel en el diseño y aplicación de políticas de intervención, sino que ha aplicado tácticas innovadoras, acorde en el momento y el espacio político presentes, cuyos resultados saltan a la vista de todos. Nunca antes, después de la partida de nuestro líder histórico, el presidente Balaguer, nuestro partido ha logrado momentos de dinamismo e integración como el que se vive en la actualidad; el entusiasmo y el deseo de participación no sólo está latente en el reformismo tradicional, sino que al PRSC han ingresado legiones de jóvenes y mujeres con el fin de hacer carrera política desde sus filas.

Quique se ha ganado el consenso con su trabajo tesonero y eficaz, es el más prominente y el más sobresaliente de los reformistas desde cualquier óptica que se mire. Es el que mejor perfil tiene para representarnos en las urnas y conducirnos al triunfo. Se trata de un hombre de experiencia, pero a la vez de madurez política, de tacto y energía para emprender la marcha y encaminarnos hacia el éxito.

Quique Antún se ha preparado para gobernar; aparte de tener un dominio completo de la problemática económica y social del país, encarna una serie de virtudes similares a las poseídas por nuestro más grande líder, entre las cuales podemos mencionar la fuerza de carácter, visión de los problemas, experiencia de Estado, capacidad de concertación, habilidad para lograr el consenso, capacidad de dirección y de valorización del ente humano en la toma de decisiones. Rasgos que no pueden faltar en el candidato perfecto, a los que se incluyen el carácter, credibilidad, dinamismo, carisma y liderazgo.

Esta cualidades marchan al unísono con su carácter conciliador, respetuoso, amable, honesto, sincero, solidario y dueño de un acendrado sentido de justicia, virtudes que lo califican sobresalientemente para ser el candidato del PRSC, mediante un amplio consenso, sin exponer al partido a un bailoteo por la candidatura que pueda eventualmente marchitar la unidad y abrir grietas que puedan debilitarnos y obstruirnos el camino hacia el Capitolio.

El país político está navegando en aguas turbulentas, tenemos muchos problemas en materia económica y en lo social. La inseguridad es un estigma que debemos superar, tenemos que hacer viable nuestra democracia y tenemos que derrotar la pobreza. Esas son rémoras que afectan nuestro desarrollo y nuestro bienestar como nación. Si no actuamos adecuadamente, con un partido cohesionado, con un candidato de consenso, nuestras posibilidades de éxitos se pueden ver tronchadas. De ahí es que necesitamos, en medio de la tempestad, al más experto de los capitanes, el de mejores cualidades. Quique está listo ventajosamente para el compromiso del 16, él es el mejor y único camino que nos conducirá hacia el triunfo con la ayuda de Dios.