Por Sergio Acevedo.

El Partido Reformista Social Cristiano arrancó en su marcha hacia el Capitolio. La elección de Quique Antún, como candidato a la Presidencia de la República revela ese acontecimiento, y esa circunstancia nos obliga a todos a incorporarnos a la lucha sin descanso, convencidos de que tenemos que buscar el voto reformista en todos los confines de nuestro país, 

Por Sergio Acevedo.

El Partido Reformista Social Cristiano arrancó en su marcha hacia el Capitolio. La elección de Quique Antún, como candidato a la Presidencia de la República revela ese acontecimiento, y esa circunstancia nos obliga a todos a incorporarnos a la lucha sin descanso, convencidos de que tenemos que buscar el voto reformista en todos los confines de nuestro país, porque la verdad es que la presencia del PRSC en el poder constituye una necesidad tangible, que tenemos que tener presente, debido a que nuestro país se encuentra en un estado de deterioro tal que nos acerca peligrosamente al abismo.

La nación requiere de un cambio en la conducción de los asuntos públicos, en razón de que estamos abrumados por una multitud de problemas que cada día se agravan, y no se vislumbra un destello de luz que nos permite abrigar la esperanza de que las cosas puedan mejorar bajo el actual esquema que sigue el partido de gobierno.

Los males que nos afectan como nación, en el orden económico y en lo social, son males que nos ahogan desde hace tiempo; pero que los mismos se acrecientan, debido a que estamos bajo el influjo de un modelo de gestión que ha demostrado su agotamiento y su incapacidad para proporcionar el anhelado bienestar a los ciudadanos, no obstante los millonarios recursos que las autoridades lanzan por el sumidero, privilegiando gastos que no tienen incidencia en la promoción del desarrollo.

Y eso lo tiene bien presente nuestro candidato Quique Antún. Él conoce a cabalidad los retos que tiene ante sí; sabe muy bien que tienen que enfrentar problemas que solo se resuelven mediante un cambio en el enfoque y en la orientación de la gestión pública; de suerte que los recursos se destinen a la promoción de un desarrollo equilibrado, equitativo y justo, que beneficie a todos los ciudadanos y que privilegie la lucha contra los bolsones de pobreza diseminado en el tejido social.

Y esa es la razón fundamental por la cual Quique Antún ha diseñado su eje de campaña en la lucha contra la inequidad social, el desempleo, la inseguridad, la defensa de los recursos naturales, así como la defensa de nuestra nacionalidad, entre otros temas de actualidad.

El país requiere con urgencia un cambio que solo puede proporcionar el PRSC, debido a que es el único partido que, aparte de ser una estructura política independiente, está orlado de una tradición llena de patriotismo y de una capacidad de servicios inconmensurable, lo que lo califica para un ejercicio probo y fiel a sus orígenes y a su plataforma desarrollista.

El reformismo es una corriente filosófica y un modelo de desarrollo que se inspira en la promoción de la persona humana, que se esfuerza por la elevación material y espiritual de los individuos, mediante el fomento de un bienestar integral que los abarque a todos, especialmente a los grupos socialmente preteridos, sin acceso al disfrute de los bienes de la educación, la salud, el empleo y todos aquellos recursos necesarios para la vida social.

Y nuestro partido concurrirá a la contienda cívica, no sólo con el candidato más acabado, sino con el más completo de cuantos se perfilan en el país, ya que Quique durante todo su recorrido por la historia política, ha dejado establecida su impronta de organizador, de líder forjado en las fraguas del reformismo inmaculado, dueño de un abolengo intachable que lo cualifica en toda su vida pública y un trabajador incansable que ha crecido como dirigente y se ha posicionado en la estimación del público, no obstante los obstáculos que la envidia de algunos ha puesto en su camino.

Este país tiene que cambiar, no podemos permitir que se nos escape de las manos, que perdamos nuestra identidad como nación libre, que la corrupción nos prive del derecho de comer y de estudiar y de disfrutar de buena salud. Quique Antún es una oferta que tenemos los dominicanos a manos para liberarnos de ese presente angustioso y lleno de incertidumbre que nos abruma, para abrir de par en par las puertas del futuro construyendo un mejor presente.

Este país nos pertenece a todos, por la misma razón en que todos estamos obligados a defenderlo. Quique Antùn nos va a liberar de las cadenas del ignominia y nos dará un país libre, democrático, encarrilado hacia la busque del bienestar justo para todos.