La Federación Nacional de Trabajadores del Transporte Social Cristiana (FENATTRANSC), acusó hoy al El Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), de actuar con indiferencia ante el drama que sufren los transportistas del país, como consecuencia de las alzas indetenibles que se vienen produciendo en los precios de los combustibles, lo que constituye un atentado contra la vida y la estabilidad de cientos de miles de padres de familias que viven del transporte.

La Federación Nacional de Trabajadores del Transporte Social Cristiana (FENATTRANSC), acusó hoy al El Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), de actuar con indiferencia ante el drama que sufren los transportistas del país, como consecuencia de las alzas indetenibles que se vienen produciendo en los precios de los combustibles, lo que constituye un atentado contra la vida y la estabilidad de cientos de miles de padres de familias que viven del transporte.

El licenciado Mario Diaz, presidente de la entidad que agrupa a los transportistas Social Cristiano, dijo que el incremento en los precios de los combustibles, junto al pago de alquiler de los vehículos, constituye elementos trastornadores que sustraen rentabilidad a las jornadas diarias de trabajo, lo que impide que los choferes puedan llevar el pan a su familia.

En rueda de prensa celebrada en la sede central del Partido Reformista Social Cristiano, Mario Díaz, quien además es Secretario de Trasporte del PRSC, señala que el INTRANT no ha demostrado capacidad para afrontar los problemas que tienen que ver directamente con el tránsito, al igual que los referentes a los choferes de pasajeros y cargas, mientras concentra sus esfuerzos en proyectar una política fiscalista, de corte represiva, “como si se tratara de una dependencia de la Dirección General de Impuestos Internos”.

El dirigente de los transportistas acusó a la directora de INTRANT de actuar como una relacionista pública en el ejercicio del cargo, y que no ha dicho nada con relación a los más de 1500 millones de pesos, propiedad de los choferes, que han sido recaudados mediante ley para la sustitución de la flota vehicular, tanto del transporte de pasajero, como el de carga.

Sostuvo que la indiferencia del INTRANT, así como la insensibilidad de sus directivos han sido las causas directas de que los choferes se hayan visto en la obligación de aumentar el precio de los pasajes, atendiendo a un imperativo de subsistencia humana debido a que estos no se van a dejar morir de hambre junto a su familia.

El líder choferil dijo que como consecuencia de la actitud indiferente asumida por el INTRANT, la federación que dirige se ha visto precisada a apoderar al Tribunal Constitucional de una instancia de Solicitud de Revisión Constitucional, a la Sentencia del Tribunal Superior Administrativo, mediante la cual se declaró sin objeto el Recurso de Amparo de Cumplimiento del artículo 20 de la ley 253-12, que creo el fondo para la sustitución de la flota vehicular del transporte público de pasajeros y de cargas.

Mario Díaz señala que a consecuencia de la derogación de la ley que creó el fondo, se ha dejado en un limbo jurídico los más de 1800 millones de pesos acumulados por ese concepto hasta la fecha de la promulgación de la nueva ley de tránsito 63-17, promulgada en febrero pasado ley que también está siendo analizada para solicitar ante ese mismo Tribunal Constitucional, la nulidad de varios de sus artículos.

Precisó que el aumento en los precios de los pasajes es una realidad lacerante que los propios usuarios han asumido, por lo que demandó que el INTRANT produzca de inmediato una resolución en la cual se oficialicen los aumentos y, de ese modo, los choferes puedan amortiguar los efectos negativos que producen las alzas de los combustibles.

Mario Diaz expresó que en el país existe una necesidad imperiosa de abordar con rectitud el problema del transporte en sus diversas aristas, debido a que un país que vive del turismo y de otros servicios, no puede estar sirviendo con unidades destartaladas y en condiciones de precariedad como las imperantes en el momento actual.