El Tribunal Superior Electoral (TSE) rechazó las pretensiones de un grupo de reformistas que buscaba con la clara intención de hacer daño al Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), ordenar la designación de un administrador secuestrario judicial en esa organización política.

El TSE rechazó una demanda en comprobación de cese de mandato, nulidades de actuaciones y designación de secuestrario judicial, radicada por Daniel Perdomo, Guillermo Caram, Alfonso Fermín Balcácer y Eddy Alcántara, “por ser la misma improcedente, mal fundada y carente de sustento legal”.

 

Indica que los bienes de un partido político no son propiedad de sus miembros de forma individual, como tampoco constituye un bien inmueble contra el cual debe ordenarse el secuestro.

El tribunal sostiene que el secuestro es una medida provisional, que no debe ser ordenada, sino cuando hay causas serias que la justifiquen. Asimismo, que no basta que haya surgido un litigio, sino que es necesario que los intereses de las partes se encuentren seriamente amenazados, lo cual no concurre en el caso.

Ese grupo que sometió esa instancia ante el TSE, es el mismo que embargó las cuentas bancarias del PRSC  en más de una veintena de ocasiones, en pleno proceso electoral del 2012, para crearle serios problemas a ese partido en su desenvolvimiento financiero e impedir el trabajo de captación de votos que se realizaba en todo el país.

Ahora no conforme con el trabajo de crecimiento y fortalecimiento que se viene desarrollando, este grupito de reformistas indisciplinados está tratando de obstaculizar nuevamente el normal desenvolvimiento de las actividades cotidianas del PRSC con instancias ante el Tribunal Superior Electoral.

Pero independientemente del daño que este grupito quiere hacerle al partido colorao, sus principales dirigentes bajo las directrices de su presidente y líder, Carlos Morales Troncoso, están trabajando de manera activa en toda la geografía nacional con miras al fortalecimiento de la organización política con miras a construir un proyecto de poder que logre ganarse la confianza y el apoyo de la mayoría de los ciudadanos