SANTO DOMINGO. La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) reiteró su llamado a los legisladores para que en el país nunca se apruebe la muerte desde la concesión a través de la legalización del aborto o de la eutanasia y expresan preocupación por la delincuencia, la criminalidad y otros males, al iniciar la quincuagésima sexta asamblea plenaria de Obispos.
SANTO DOMINGO. La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) reiteró su llamado a los legisladores para que en el país nunca se apruebe la muerte desde la concesión a través de la legalización del aborto o de la eutanasia y expresan preocupación por la delincuencia, la criminalidad y otros males, al iniciar la quincuagésima sexta asamblea plenaria de Obispos.
“Nosotros confiamos en que nuestros legisladores y nuestro Estado Dominicano, nunca jamás llegue a legalizar la muerte en nuestra Nación Dominicana, ni por el aborto ni por la eutanasia”, leyó monseñor Benito Ángeles, durante en la homilía, de la misa encabezada por el presidente de la CDE, Monseñor Diómedes Espinal de León.
“Frente a los escenarios de violencia, corrupción, drogadicción, asesinatos, feminicidios, extrema pobreza, desempleo, desorden moral y sexual, inequidad social, cultural y educativa; políticas estatales que amenazan el matrimonio y la vida familiar; migrantes, excluidos, niñez desprotegida, enfermos y ancianos abandonados, escenarios en que la dignidad humana es pisoteada, donde existe la irresponsabilidad en el cuidado y respeto a nuestro medio ambiente… y qué decir de la temible y terrible amenaza contra la vida humana una vez concebida en el vientre de la madre”, agregó Ángeles.
Consideró que ante todo esto “y mucho más, tenemos que levantar el grito de una nueva esperanza, que nos trasforme, nos convierta desde lo más profundo de nuestros corazones y nos haga hombres y mujeres comprometidos con nuestra sociedad y humanidad, y sobre todo con los más vulnerables y necesitados de nuestra acción liberadora del mal y plenamente identificados con los valores del Evangelio, que en Jesucristo nos coloca frente a opciones en función del bien, la dignidad humana, la justicia y la paz”.
Dijo que los desafíos de las Realidades Humanas, necesitan ser iluminados por el Evangelio de Jesucristo y convertirlos en misión que involucren todo su quehacer pastoral y a la vez se conviertan en opciones fundamentales que muestren la caridad con solidaridad y la solidaridad con justicia.
Recordó que se les ha confiado la misión, de evangelizar con sus vidas los ambientes donde se mueven, ser portadores de buena noticia, brindar alegría, paz y esperanza a una sociedad cada vez más atribulada.
“Nuestra Conferencia del Episcopado Dominicano comienza hoy con esta Celebración su LVI Asamblea Plenaria, que cada año se desarrolla durante toda una semana. Es una maravillosa oportunidad para compartir, intercambiar experiencias pastorales, reflexionar como Colegio Episcopal sobre todas las realidades que forman parte de nuestro entorno eclesial, social y comunitario. Es un tiempo oportuno para orar junto a nuestro Vicario de Cristo, el Papa Francisco, por nosotros, nuestro Clero, nuestros religiosos y religiosas, nuestros laicos y todo el pueblo al que le servimos y con el que compartimos nuestro ministerio”, dijo.