SANTO DOMINGO.-  El presidente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Quique Antún, declaró hoy que la realidad social y económica en que la pandemia del coronavirus ha colocado al país, exige del gobierno tomar decisiones firmes “y quizás drásticas para algunos”.

Dijo que se percibe que con los esfuerzos del actual gobierno y solo con el cambio de autoridades ansiado por la población todo marcha bien, lo que se desprende de declaraciones públicas de funcionarios que indican un mejoramiento en el ingreso de divisas al país, el aumento de los ingresos aduanales y el relativo crecimiento de la economía en los últimos meses, así como el relativo control de la pandemia del Covid-19, entre otros temas.

“Lo cierto es que el panorama que se vislumbra en el corto plazo reclama mayor articulación y sintonía con la crisis que afecta la economía internacional”, expresó.

Manifestó que en las últimas semanas se han hecho anuncios de obras de infraestructuras en varias provincias del país y programas específicos, sobre todo en salud y educación, por más de 100 mil millones de pesos.

Quique Antún indicó en ese sentido, que la realidad “nos dice que la disminución de los ingresos fiscales y las grandes obligaciones para atender la pandemia del coronavirus, dejan poco margen de maniobra para cumplir tantas promesas”.

Siguió diciendo que el presupuesto para el 2021, de por sí, tendrá serias limitaciones, por las razones antes expuestas, además de la crisis global, “que introduce limitaciones en la afluencia fácil de financiamiento externo”.

“Tanta carga al presupuesto podría suponer un desmesurado aumento de la deuda pública, lo que generaría desesperanza en la población, que ansía concretar el cambio prometido, lo que, a su vez, podría generar amenazas a la gobernabilidad”, señaló.

El presidente del PRSC dijo que es cierto que el ligero aumento en el ingreso de divisas y en Aduanas, logrado en los últimos dos meses, representan un alivio importante para cumplir tanto los compromisos de fin de año, como también la generación de un activo financiero que puede ser utilizado en el presupuesto del próximo año, “igual se vislumbra con los esfuerzos para reabrir la afluencia de turistas al país”.

Pero ojo –apuntó- eso no es el todo. La situación económica que se presenta en el horizonte de los países desarrollados, con un evidente crecimiento de los casos de Covid-19 en su segunda ola, contraviene la posibilidad real de un despegue económico y social en el corto plazo.

Quique Antún consideró que será necesario un reajuste fiscal, “quizás drástico, que facilite hacer descender el monto de la deuda”.

De lo contrario –sostuvo el líder de los reformistas- la presión sobre el financiamiento del presupuesto será de tal magnitud que disminuiría las posibilidades de realizar el gasto social previsto por el gobierno, así como cumplir las promesas en materia de infraestructura, tan importantes para reactivar la economía

Dijo que algunos especialistas en el tema fiscal y presupuestario, advierten que la deuda podría rondar el 60% del PIB, lo que sería un monto superior a la generada por la crisis del 2003.

Recordó, además, que el pago solo de intereses ronda el 30% de los ingresos.

Señaló asimismo que además de controlar el gasto público, apuntando a su calidad, “será necesario adherirse a iniciativas de financiamiento, tanto regionales y globales, tal como recientemente lo sugirió la Directora Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, al identificarse con una propuesta similar de Costa Rica; además de renegociar el pago de la deuda, como ya lo han logrado otros países de la región Latinoamericana”.

El presidente del Partido Reformista manifestó que habrá que controlar el gasto público, “por no decir reducirlo, lo que no luce probable en el horizonte inmediato, habidas cuentas las necesidades y promesas que ha hecho el gobierno, así como por la evidente presión por empleo y la necesidad de aumentar el gasto social para mitigar los efectos de la pandemia”.

“Le desilusión que ello generaría en la población, podría tener consecuencias directas en la gobernabilidad democrática”, dijo.

Expresó finalmente que por esa y otras razones recomienda al gobierno crear conciencia en la población sobre la real dimensión de la crisis y de la necesidad de tomar medidas drásticas, “quizás dolorosas, para poder enfrentarla con éxito en el corto plazo”.